Alcaudete imaginado

sábado, 31 de octubre de 2009

Perdonad mi despiste...


En los últimos post he estado volcando mi preocupación por la salud de mi padre. Dos infartos en una semana es algo muy fuerte y te hace mirar las cosas desde otra óptica. Hasta ahora no me había dado cuenta de que mis padres se habían hecho mayores, no me había detenido a mirarlos con los ojos de otra, no con los míos que están empañados por el recuerdo. Mis padres, fuertes, altos, siempre activos, dispuestos a todo. Ya no es así, ahora soy yo la alta, les saco una cabeza, soy yo la fuerte y por eso tengo que cuidarlos, como a niños pequeños.
El tiempo pasa y no te das cuenta que te arrastra, que te lleva a territorios desconocidos hasta que un pequeño detalle, esas arrugas que ya no desaparecen cuando cierras la sonrisa, esas canas que blanquean cerca de tu oreja; te lleva a comprender que ya no eres esa niña de trenzas que soñaba despierta.

En fin, todo esto era para decir que mi padre está mejor, por eso aludo a mi despiste, os he hecho partícipes de mi angustia y luego me olvidé de transmitiros mi alegría. Ya está en casa, un poco debilucho, con carita de niño enfermo, pero ha recuperado el brillo de los ojos.

Ah, y quería contaros algo más, el día que le dio el segundo infarto, la doctora de urgencias en Alcaudete le preguntó como había sucedido. Mi padre lo relató con pelos y señales, estructuró las palabras con gran habilidad, como si estuviera contando algo que le había pasado a otra persona, como cuando contaba sus aventuras de caza. Mi padre apenas sabe leer y escribir, pero creo que mi predisposición hacia las letras la he heredado de él, de esa tradición oral de contar historias junto al fuego, historias que crecían como llamas de colores.
Gracias una vez más por vuestro apoyo, sois los mejores.

16 comentarios:

  1. Primero nos cuidan ellos y ahora toca a nosotras cuidarles, mimarles y aunque son más fuertes de lo que imaginamos necesitan nuestro apoyo y cariño continuo para darles la seguridad de que estaremos ahí cuando más nos necesiten.
    Me alegro, Felisa.

    ResponderEliminar
  2. Pues de la misma manera que te manifesté mi preocupación, ahora comparto la alegría de que se haya recuperado y esté en casa.
    Un fuerte abrazo,
    Ramón

    ResponderEliminar
  3. Cuanto cariño destilan tus palabras Felisa.

    Me alegro mucho de que ya esté en casa.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Felisa, ahora te toca a tí, cierto, y se nota que les quieres y les mimas, estarán contentos.
    Que vivan muchos años, me alegra mucho que esté mejor tu papá, bsitos, natalí

    ResponderEliminar
  5. Me alegro mucho, Felisa, de que tu padre ya esté en casa. Ahora a darles muchos mimos a los dos. Pero no olvides mimarte tú un poquito también, ¿eh?

    Cuídate.

    Susana

    ResponderEliminar
  6. Me alegro un monton... y no te preocupes lo que no se es como puedes llevarlo todo.. casa, niños, libros y blog, eres una maquina.

    Feliz fin de semana.
    Un fuerte abrazo... si.. de los mios... de los magicos...

    ResponderEliminar
  7. Me alegro mucho de que tu padre se encuentre mejor, Felisa. Seguro que hubiera sido, si la vida se lo hubiese permitido, un gran escritor.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. No sabes cuanto me alegro de que tu padre esté mejor. Dile, cuando estés con él, que tú tienes un amigo, virtual eso sí, que sufrió un tremendo infarto hace ya seis años, que le colocaron sterns hasta en los dedos de las manos (exageración andaluza) y que aquí lo tienes, viviendo de prestado sin saber por qué, pues otros con menos se fueron y a mi me dejaron aquí. Dale ánimos de mi parte Felisa y a ti, recuerda que él te cuidó cuando tú eras muy pequeña. Y no dejes de escribir, aunque te duelan los párpados de llorar, hazlo por lo que él nunca pudo hacer. Un saludo entrañable de alguien que te admira.

    ResponderEliminar
  9. Me alegro infinitamente de la mejoría de tu padre y, sí, a nuestros padres siempre los veremos más altos gracias a la magia de los recuerdos. Un abrazo y mis mejores deseos.

    ResponderEliminar
  10. Un fuerte abrazo, Felisa.
    Tus padres estarán orgullosos y felices de tenerte a su lado.

    ResponderEliminar
  11. Me alegro, Felisa, me alegra que sólo hay sido un susto y que ya esté de vuelta en casa.

    Bikiños

    ResponderEliminar
  12. Gracias a todos por vuestros comentarios, es una alegría encender el ordenador y encotraros ahí, siempre a mi lado. Muchos besos.

    ResponderEliminar
  13. me alegro enormemente que tu padre este bien ,al menos mejor cuidale si tienes un buen pare tienes un preciado tesoro mucha fuerza y animo

    ResponderEliminar
  14. Mejor así, cuidarse y vivir, todo saldrá bien.

    Creo que publicas demasiado sobre tu vida privada, es un poco cansino venir aquí y ver a tus hijos, que su tu marido, que tus padres...
    ¿No te parece un poco egocéntrica la situación?.

    Una cosa es hacer un comentario y otra lamentarse tanto y a la vez alagarte tanto con lo que haces.

    Espero no ofender, pero bloc así me cansan. Por ello no vengo apenas, es aburrido.

    ResponderEliminar
  15. Me alegro por el y por tí. No dejes que sus historias y su forma de contarlas se pierdan. Eres una gran escritora...

    Un beso,

    ResponderEliminar
  16. No hagas caso a estos comentarios. A mi no me cansas para nada, si no le gusta el blog que no venga. Mira si es fácil.

    Es problema suyo, de todas formas a mi me encanta como escribes, no dejes de hacerlo.

    Eres una gran escritora, a pesar de no dejar comentarios, te sigo y te leo de continuo. Adelante, no pares por un comentario cobarde.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar