Alcaudete imaginado

viernes, 18 de junio de 2010

Me gusta matar gente


Es un hecho probado, en la mayoría de mis relatos y/o novelas muere alguien de forma trágica, es decir, no por una muerte natural y placentera en una cama, rodeado de su familia, no. Normalmente suelo acabar con mis protagonistas de mala manera, suicidios, asesinatos, accidentes, etc.

Como muestra un botón, que diría una costurera, en mi última novela “Una idea absurda”, inicié el primer capítulo con un cadáver, y por el camino me cargué a unos cuantos más. Lo que en principio iba a ser una historia de infidelidades, se convirtió en una auténtica carnicería.

Y no me explico estos instintos asesinos míos, soy una persona enemiga de la violencia, no disfruto con las películas de guerras o asesinatos, ni aquellas que sean demasiado sangrientas. Desde pequeña me ha gustado hablar, razonar, evitar por todos los medios llegar a las manos. Aunque confieso que me tiré de las trenzas con alguna que otra niña, a veces era inevitable.

Y esta reflexión viene porque el otro día se me ocurrió un relato, fue mientras hacía algo tan inocente como tender la ropa. Nació así, de pronto, en el patio de mi casa; lo fui estructurando mentalmente, y me gustaba. De pronto, caí en la cuenta que terminaba matando a la protagonista, como siempre. Ahora no me apetece escribirlo. Estoy dándole vueltas, a ver si consigo salvarla sin destrozar el cuento.

18 comentarios:

  1. ¿Viste, oh Felisa compañera, asesina nata en idea, un mancha de sangre en la nívea sábana blanca?
    !Como somos! raritas; noooo, no lo creas, que quien más quien menos lleva a una sierra mecánica en la cabeza...bruuuuum, bruuuummmm!!!
    Tú tranqui y a escribir, a deleitarnos, a matar al prota o a la prota, ya está bien de tanto final felissss almibarado.
    Bsito en son de paz y nada violento.

    ResponderEliminar
  2. jajajaaja Pues no le des tantas vueltas, Felisa. Está claro que si se te da bien matar gente, es lo que has de hacer. No te cortes (que eso duele) y escribe ese cuento.

    Un beso

    ResponderEliminar
  3. Hola Felisa
    Por un momento me has dejado de piedra con el título de esta entrada, menos mal que pronto me he dado cuenta de que era únicamente en la ficción.
    No te preocupes si hay que matar a la protagonista se la mata, cuando el resultado es el que nos tienes acostumbrados a leer, no nos importa en absoluto que vayas haciéndolo.
    Muy bonita la nueva imagen de tu blog, el diente de león (o abuelitos como solemos llamarlos) también es uno de mis preferidos, para mí representan los sueños volando en su realización
    Un beso de Mar

    ResponderEliminar
  4. No vayas contra el destino, Felisa. Mátala, mátalaaaaa...

    ResponderEliminar
  5. Yo también mato gente en mis novelas y relatos, Felisa. Pero no creo que yo sea un asesino, simplemente escribo ficción y me baso en la vida. Y en la vida se nace y a uno le pasan cosas buenas, pero desgraciadamente también hay asesinatos y se cometen toda clase de delitos. Si te apetece, máta al personaje, no te cortes. Un saludo.

    ResponderEliminar
  6. Vaya, si va a resultar que sois peores que yo, animándome a matar, mira que os pueden acusar de inducción al asesinato, jejejej.
    Esta misma tarde estoy escribiendo un relato, otro diferente al que inspiró la entrada, y también va a morir alguien, no puedo evitarlo, es mi sino.
    Gracias Natalia, Ardi,Mar, Ramón y Paco por pasaros por mi casa y dejar vuestra palabras.
    Un abrazo, en este día triste, en el que hemos perdido a un gran escritor.

    ResponderEliminar
  7. Hola, Felisa. Al leer tu entrada me acordé de una frase que dice la protagonista de "Kills" (la peli narra los últimos días de la vida del Marqués de Sade). Era algo como: Soy una víbora en mi fantasía, para poder ser bondadosa en la realidad.
    Yo también mato bastante gente en mis relatos :-)

    ResponderEliminar
  8. Felisa, pero a qué tantos remilgos???!!! Cárgatela!!!! Vamos... elimínala!!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  9. No creo que haya que preocuparse por eso, Felisa, pues A. Christie o S. King son modelos de vida tranquila. Sigue, pues, cargándote gente... de ficción.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. esa clase de relatos siempre llenan de emoción, la sangre de alguna manera siempre fascina!

    ResponderEliminar
  11. Felisa, te voy a contar un secreto; y és que me llegué a obsesionar un poco yo con eso de aniquilar gente en mis escritos. Me parecía que si no mataba a alguien no me quedaba satisfecha, sin embargo he llegado a ver qu nuestro estilo se basa en ello, en crear ese suspense, intriga y en cierto modo "miedo". De todas maneras voy creando de vez en cuando textos divertidos dónde mis personajes se salvan, tan solo meten la pata o simplemente son ingenuos (pa variar) jeje. Pero sí, algo de asesinas tendremos, aunque luego no seamos capaces de matar una miserable mosca.

    ResponderEliminar
  12. bonito blog no he tenido el placer de leerte pero lo hare e llamo la atencion, y pues la muerte no es mas que un proceso de evolucion y de cambio, y en cuanto al hecho en si de asesinar a alguien para mi significa los demonios internos de cada uno, y estan alli para superarlos.

    ResponderEliminar
  13. Es tu privilegio, Felisa, crear o destruir mundos, universos, vidas y muertes, incluso. Disfruta tu libertad creativa, canaliza lo que requieras, y sigue escribiendo, que lo haces tan bien.
    ¡Felicidades, un abrazo!

    "El arte es siempre la gran verdad de la naturaleza vista a través del entendimiento humano." Auguste Rodin.

    ResponderEliminar
  14. ¡Qué lindo está tu blog, Felisa!
    Sabes, amiga, cuando empecé a escribir cuentos yo también mataba a los personajes sin ningún remordimiento. Cierto día un amigo (al que tengo mucho respeto por su extraordinario criterio literario) me dijo que quería leer un cuento mío en el que no hubiera muertes.
    Me costó mucho trabajo. Y comprendí que matar era más fácil que solucionar problemas.
    A veces el planteamiento de la novela o el cuento te lleva inevitablemente a dar muerte a algunos personajes, pero a partir del comentario de mi amigo, empecé a pensarlo mejor antes de proceder a eliminarlos.

    Un abrazo, Felisa, voy a tener que copiar todos los capítulos de "Una idea absurda", me los perdí porque estaba terminando mi novela.

    Besos,
    Blanca

    ResponderEliminar