Mientras
conducía en dirección Alcalá la Real, venía escuchando por la radio que este
año se prevé un aumento de las ventas de libros en San Jordi. No hay duda que
este es un buen mes para los libros, en abril las ferias proliferan
por pueblos y ciudades, la cultura sale a la calle y se deja admirar por los
viandantes. Pero no nos dejemos llevar por esta vorágine de actividades
complementarias ni por la profusión de eventos literarios. Las librerías siguen
cerrando el resto del año o tienen que convertirse en tiendas de regalo para
aprovechar comuniones, reyes o cumpleaños. Son pocos los autores que pueden
vivir de los derechos de autor, la mayoría tienen otros trabajos, como es mi
caso, o se dedican a impartir talleres de escritura, participar en programas de
radio o televisión, colaborar con periódicos, dar conferencias, etc.
A
pesar de lo anterior, prefiero centrarme en el aspecto positivo, algunos de
esos libros que se compran y se regalan en San Jordi y en las distintas ferias
llegarán a ser leídos y, quién sabe, lo mismo consiguen inocular en sus
lectores la pasión por la literatura.
Por
mi parte, el 23 de abril, estaré en la Feria del Libro de Granada, firmando mi
última novela “Arrugas en la memoria”, publicada con la editorial Autores Premiados.
Antes de esa fecha, impartiré un taller de escritura en Alcalá La Real, será el
19 de abril a las 18,00 horas en la Biblioteca. E el viernes 22 iniciaré otro
taller en Frailes, organizado por la Asociación para el Desarrollo de la Sierra
Sur de Jaén (ADSUR). Y el domingo 24, estaré en Mancha Real, presentando
Cuentos Caníbales, mi libro de relatos con fines solidarios. También tengo
previsto dar unas charlas en alumnos de secundaria del instituto de Alcaudete.
Como podéis ver, para mí abril también será un mes ajetreado.