viernes, 31 de diciembre de 2010

¡Feliz Año 2011!


Aunque estos días estoy un poco liada y no dispongo de mucho tiempo para conectarme, no quería dejar de desear a todos los amigos y amigas que pasan por este blog un maravilloso Año Nuevo, que con el 2010 se vaya la crisis, las penas, los malos ratos y el 2011 nos permita soñar de nuevo con aquello que más nos guste, en mi caso las palabras.

Un gran abrazo y millones de besos bloguerianos.


jueves, 23 de diciembre de 2010

Esto no es una felicitación de Navidad

Es la expresión del agradecimiento que siento por todas aquellas personas que de una u otra manera han contribuido a hacer realidad mi sueño, el sueño de las palabras.

A todos aquellos que pasaron por este blog a lo largo del año 2010 y se detuvieron a leer mis escritos, especialmente a los que me regalaron un comentario.

A los que han leído mis libros o publicaciones en revistas, especialmente a aquellos que me dedicaron unas palabras de ánimo y apoyo.

A todos los amigos que sueñan con las palabras, a los que publican y ganan premios, pero más que nada a aquellos que aún están empezando y viven ilusionados la magia de la literatura.

A los que me ayudan y me apoyan cada día, sobro todo cuando las dudas me asaltan.


A pesar del título de este post, quiero desearos una muy, muy, muy, muy



sábado, 18 de diciembre de 2010

Un nuevo libro: Microantología del microrrelato II, Ediciones Irreverentes

Como todo no van a ser malos ratos, hoy quiero compartir la publicación de este libro donde tengo la suerte de que se incluye un relato mío, La mujer más fea del mundo.
Es un libro especial porque junto a autores consagrados y clásicos de la literatura participamos escritores menos conocidos.




«Querido amigo, he hecho esta carta más larga de lo usual porque no tengo tiempo para hacer una más corta» —afirmó Blaise Pascal. Qué razón tenía. Hay escritores que dan vueltas en 800 páginas a una misma historia sin despertar emociones y otros en un relato breve, o en un microrrelato, nos hacen sentir, sobresaltarnos, emocionarnos. Estos últimos han sido cuidadosamente seleccionados para formar parte de la Microantrología del Microrrelato II. Como dijo David Lagmanovich los microrrelatos son «cuentos concentrados al máximo, bellos como teoremas que ponen a prueba nuestras maneras rutinarias de leer». No es de extrañar que nuestra vida cotidiana, con la rapidez del consumo, las modas y las tendencias en el arte hacia la búsqueda de lo conceptual y minimalista, preciso y contundente, lleve a los escritores a utilizar formas breves, compactas, y a los lectores a llenar sus aturdidos sentidos en escasos momentos de paz de esencias placenteras. Pero más allá del deseo de estar a la vanguardia lo que valoramos y lo que más nos impresiona en los microrrelatos es la brillantez en su brevedad.

Escrituras de corta extensión aparecen en todos los tiempos. Ya Esopo hizo obras maestras de la narrativa en tan sólo unas líneas; obras que no sólo siguen vivas, sino que continúan siendo insuperables. Algo similar sucede con Chuang Tzu, Heródoto, Platón, Pausanias, Juvenal, Fedro o Lucilio. Oros relatos breves nos llegaron por tradición oral. Reunida la tradición popular y la erudita, en el S.xx, encontramos el relato breve en su expresión más concentrada: el microrrelato, una narración concisa, precisa y de una gran intensidad expresiva, ya que no es un resumen sino una «esencia».

Hijos de esta estirpe son los prestigiosos escritores que reúnen sus obras más breves en este libro: Fernando Savater, Luis Mateo Díez, Joaquín Leguina, Horacio Vázquez-Rial, Fernando Sánchez Dragó, Alonso de Santos, Manuel Hidalgo, Miguel Ángel de Rus, Carlos Augusto Casas o Antonio Gómez Rufo, que se unen a autores como los rusos Anatoly Kudryavitsky, Marina Vishnevetskaya y Roza Husnutdinova, o a los más interesantes representantes de la nueva narrativa española e hispanoamericana, sin olvidar clásicos como Rubén Darío, Ricardo Güiraldes, Ryunosuke Akutagawa, Antón Chejov, Romain Rolland o Isaac Babel, entre otros.

Alrededor de 80 relatos para sentir placeres rápidos e intensos.


Estos son los autores y textos de la Microantología del Microrelato II


Prólogo, VERA KUKHARAVA

Ahora que estamos casi establecidos en nuestra casa, YEATS

Aquel otoño del doctor Bovary, HORACIO VÁZQUEZ RIAL

Desnuda, con un cuervo, MIGUEL ÁNGEL DE RUS

Protocolo para desconcertar a la Inevitable, SANTIAGO GARCÍA TIRADO

Un cuento de amor a veces termina bien, JOSÉ MANUEL FDEZ. ARGÜELLES

Silvio canta y Clara silva, ¿claro?, NELSON VERÁSTEGUI

La última cena, IGNACIO DEL MORAL

La chica de los ojos azules, JOSÉ LUIS ALONSO DE SANTOS

Diccionario. ISAAC BELMAR

La palabra esencial, JUAN PATRICIO LOMBERA

La prometida virgen de Mustafá Babá, ANDRÉS FORNELLS

Locuras estivales, ANTONIO GÓMEZ RUFO

El ángel murió en Astorga, MARÍA ZARAGOZA

Monologus vital, JOAQUÍN LERA

La herida del cerezo, JUAN MARTINS

Cuando a Dios le gustaba el cine, MANUEL CORTÉS BLANCO

El ateo, FABRICIO DE POTESTAD

Por la nieve hacia el prorub, ROZA HUSNUTDINOVA

Erika y Laura, FRANCISCO LEGAZ

Un sueño hecho realidad, EVA MARÍA CABELLOS

Bus stop, ÁLVARO DÍAZ ESCOBEDO

Aventura en Bangkok, FERNANDO SAVATER

La judía verde (Ocurrió en primavera), IGNACIO SORET

Alice, VIOLETA SÁEZ

Corrupciones, FERNANDO SÁNCHEZ DRAGÓ

Acto innominado, FERNANDO MOROTE

El día del encuentro, CAROLINA SÁNCHEZ MOLERO

El topo y el huevo, MARINA VISHNEVETSKAYA

El hombre que llegaba demasiado tarde,. PEDRO AMORÓS

La jubilación santa, MANUEL VILLA-MABELA

Los dados, MARY A. RUM

La lógica de mi tía Julia, JOAQUÍN LEGUINA

Tatsukete, TWIGGY HIROTA

Gennaro, ANTONIA RUSSO

Mi país, JORGE MAJFUD

Dos amigas vecinas, SARA GARCÍA-PERATE EYZAGUIRRE

La cara no es el espejo del alma, TERESA GALEOTE

No me queda más remedio, GONZALO LÓPEZ CERROLAZA

Così fan tutte, RAÚL VALLEJO

Conmemoración, GUIDO FINZI

El sueño, LUIS MATEO DÍEZ

Cachorro, FÉLIX DÍAZ

La doscolas, ANATOLY KUDRYAVITSKY

Instantáneas, RAÚL HERNÁNDEZ GARRIDO

Escena Urbana, MANUEL HIDALGO

La mujer más fea del mundo, FELISA MORENO

«...Y el arte habló en rosa y rojo...» Me interesa este juego, CRISTINA PADÍN

La cárcel de las vanidades, JOSÉ ENRIQUE CANABAL

Hombre menguante, MANUEL AMORÓS

F.L.G., PALOMA DEL PALACIO

Pinto, Pinto, Gorgorito, CARLOS AUGUSTO CASAS

Anécdota, AMBROSE BIERCE

Kappa, RYUNOSUKE AKUTAGAWA

El hombre que tenía dos esposas, ESOPO

Una pequeña fábula, FRANZ KAFKA

El sueño del Rey, LEWIS CARROLL

Un teólogo en la muerte, MANUEL SWEDENBORG

Mensaje, THOMAS BAILEY ALDRICH

En la romería de Sokólniki, ANTÓN CHEJOV

Flores de las tinieblas, VILLIERS DE L’ISLE ADAM

La inocencia de Reginald, SAKI

El león, JEAN DE LA FONTAINE

Los ojos culpables, AH’MED ECH CHIRUANI

El imán, OSCAR WILDE

El profeta, el pájaro y la red, AH'MED ET TORTUCHI

Fausta influencia del sistema decimal sobre la cuestión obrera, ALPHONSE ALLAIS

El rabino, ISAAC BABEL

La zorra y el busto, FÉLIX MARÍA DE SAMANIEGO

Crítica de la esperanza a la luz del amor, MARCEL PROUST

El fin, RABINDRANATH TAGORE

Vida de Ramakrishna, ROMAIN ROLLAND

Sátira X, DÉCIMO JUNIO JUVENAL

Naturaleza muerta, RUBÉN DARÍO

Venganza, RICARDO GÜIRALDES

Nada, LA VIZCONDESA DE SAINT–LUC

¡Qué diferencia!, EL VIZCONDE DE SAINT–LUC
Más información en Ediciones Irreverentes:
http://www.edicionesirreverentes.com/narrativa/micro2.html

No pudo ser, me quedo en finalista del Felipe Trigo

Si algo he aprendido en el tiempo que llevo escribiendo es que hay que saber perder o, mejor dicho, no ganar. Cuando te presentas a un certamen sabes que te expones, con muchas probabilidades, al fracaso y hay que asumirlo.
Aunque yo no utilizaría la palabra fracaso, sobre todo en este caso, en que he conseguido estar entre los finalistas de un premio del prestigio del Felipe Trigo. Esto hace que confíe un poco más en mi novelita, que siga luchando por sacarla adelante. Llegará su momento, estoy segura, es algo que también he aprendido en los años, que ya van para cuatro, que llevo metida en esta locura de intentar ser escritora.
La asesina de los ojos bondadosos, mi primera novela, no ganó el primer premio al que la presenté, pero no me rendí, seguí mejorándola y presentándola a más certámenes, hasta que obtuvo el primer premio de la Diputación de Jaén y fue publicada.
Mis relatos han rodado de concurso en concurso, unos han ganado, otros han quedado finalistas, muchos han sido publicados en libros. Algunos se han quedado guardados en mi ordenador hasta que la editorial Hipálage decidió apostar por ellos y publicarlos en el libro “Trece cuentos inquietantes”.
El club de las palabras prohibidas, una novela juvenil, quedó finalista en los premios literarios Jaén de Caja Granada, luego una editorial la rechazó de malas maneras. Finalmente la publicará otra editorial que ha apostado por mí, Edimáter, con la que acaba de publicar nuestra amiga Maribel Romero su libro infantil “Charli y los cinco peligros”, muy recomendable, por cierto.
Con todo esto vengo a decir que esta noche no he recibido la llamada que esperaba, que aún no sé quiénes son los ganadores, pero desde aquí les envío mis más sinceras felicitaciones.
Yo me quedo con mi premio de finalista y la ilusión de que algún día veré mi novela plasmada en papel.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Reseña en Sobreliteraturafantástica por Pilar Alberdi


Pilar Alberdi ha tenido la amabilidad de dedicar una extensa reseña a mi libro "Trece cuentos inquietantes", algo que le agradezco profundamente. Así mismo, me ha hecho una entrevista interesante, con preguntas muy frescas, me ha gustado contestarla.

Si queréis leer tanto la reseña como la crítica pinchad en el siguiente enlace:



Como siempre me quedo con unas palabras:


"Cuando una termina el libro siente que quiere más historias, porque las cien páginas que tiene esta obra se nos han quedado cortas, y acaso en el próximo relato, ese que aún no hemos leído, los protagonistas seamos nosotros. ¿Cuentos realistas, fantásticos, de terror? Es precisamente este cruce de géneros lo que los hace tan interesantes. No fueron creados con la intención de formar este libro, pero fueron elegidos por su calidad y su temática haciendo posible que Trece cuentos inquietantes nos resulten sorprendentes y nos dejen el placer de su lectura. " Pilar Alberdi.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Presentación del libro "Diez cartas de amor"


El día 17 de diciembre a las 19,30 se presenta en la Biblioteca Pública Municipal, ubicada en C/Carmen, 59; el libro que recoge las cartas ganadoras y finalistas del Certamen de Cartas de Amor del Ayuntamiento de Alcaudete y con las ilustraciones de Paco Camacho.
Tengo la suerte de que entre esos textos está uno mío, "Cuando se acaba la magia", que podeís leer en este enlace:
He visto en el blog de la biblioteca que a la gente que asista al acto se le entregará un ejemplar del libro, así que os animo a venir, seguro que merece la pena.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Tiempo de cosecha



A los que no sois de Jaén os diré que estamos en plena recogida de la aceituna. El olivar ocupa la mayoría de la superficie cultivable de la provincia, el aceite de oliva es el motor económico de muchos pueblos.
Los métodos han cambiado mucho en los últimos tiempos, el campo, como todo, se ha mecanizado, y poco tiene que ver con lo que se hacía no hace tantos años, que yo todavía me acuerdo.

Para ilustraros un poquito sobre el tema, para recuperar esos días de aceituna que viví de chica, os dejo un extracto de mi novela La asesina de los ojos bondadosos.


"Conforme el tren devoraba los kilómetros, alejándola del influjo de Pedro, se sentía libre, como cuando era una niña y corría por las camadas de los olivos, desatendiendo la llamada de su madre, siempre tan protectora. Y oía las risas de su abuelo, que la animaba a seguir corriendo, sus pequeños pies machacaban las aceitunas caídas, dejando un reguero de sangre marchita en los terrones, que enfurecía aún más a su progenitora. Hasta que se detenía delante de la criba, un artilugio similar a un columpio donde se separaba el fruto de las ramas caídas al desprenderlo del árbol, con aquellas varas de almendro que los aceituneros manejaban con destreza, golpeando con estudiada saña a los sufridos árboles. Admiraba la fuerza de su padre, que levantaba la espuerta hasta la altura de la criba, por encima de su pecho, para luego dejar caer las aceitunas que bajaban alborozadas como niños díscolos. Abajo las esperaba la abuela, con sus dedos ágiles, que retiraba presta los tallos que escapaban al cribado, Raquel contemplaba esas manos curtidas, acostumbradas al duro trabajo del campo, morenas y pequeñas, que también sabían acariciar y transmitir calma.

Los días eran largos y pesados incluso para ella, demasiado pequeña para colaborar; pero al final de la tarde, cuando se recogían los aperos y miraban hacia atrás para ver los sacos llenos, que reposaban como animales cansados en mitad del olivar, sentían la satisfacción del trabajo bien hecho, la seguridad de que su esfuerzo no sería en vano, que aprovisionarían de aceite las despensas y de dinero las arcas de la familia, y asegurarían el sustento de la misma. Entonces las dudas no asaltaban su ánimo ni lloraba a escondidas tratando de buscar el motivo de tanta tristeza, las cosas eran más sencillas..."

lunes, 13 de diciembre de 2010

Faltan cuatro días


Para que se falle un certamen literario donde está finalista una de mis novelitas, como a mí me gusta llamarlas, porque son cortas de páginas y están escritas sin demasiadas pretensiones. Sólo son historias que me asaltan y no me dejan en paz hasta que me decido a escribirlas.

Yo desconocía el día del fallo, evité buscar en internet, procuré olvidarme del tema. Sabía que era en diciembre, pero poco más.

Sin embargo, alguien, que también es finalista, me lo dijo, y ya no hay remedio. Esperaré a que pase el viernes y cuando no reciba ninguna llamada sabré que no he sido la ganadora, no creo que me hunda en la miseria, me estoy acostumbrando a quedar finalista, que para mí ya es un premio en sí .

Y si algo he aprendido en estos cuatro años es que al final cada obra encuentra su encaje, sólo es cuestión de tiempo y de no perder la confianza.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Video de mi presentación en Letras Capitales


En este video se recoge la presentación de mi libro Trece cuentos inquietantes dentro del programa Letras Capitales del Centro Andaluz del Libro.

Ya me avisó Francisco Ruiz que mi intervención sería grabada, no sé si fue por eso, o porque aún me cuesta hablar en público sobre mis libros, que me puse un poco nerviosa. Lo cierto es que no llevaba nada preparado, me suelen aburrir las intervenciones leídas, me gusta la espontaneidad y que las ideas fluyan por si solas.

Si bien es cierto que al principio, por no haber preparado ni siquiera un pequeño esquema, no conseguía encontrarme cómoda, poco a poco, fui tomando confianza. La charla se hizo más amena cuando el público empezó a preguntar, ahí ya me mostré más segura, el ambiente era muy agradable, a pesar del estrado que nos separaba e que imponía lo suyo.
El video dura unos cuarenta y cinco minutos, e incluye la presentación que hizo Yolanda Caballero, diputada de cultura de la Diputación de Jaén. Así que si a alguien le sobra tiempo y le apetece oírme hablar sobre mis libros, inquietudes literarias, aspiraciones, miedos, personajes, temas recurrentes, etc. sólo tiene que pinchar en este enlace:

http://www.saladevideoonline.com/centroandaluzdelasletras?video=471

viernes, 10 de diciembre de 2010

Alcaudete Imaginado: Las huertas


Sigo colaborando con la revista Deparenpar, en este número se incluye un relato sobre las huertas de Alcaudete. Tengo que confesar que lo escribí este verano, mientras disfrutaba de la tranquilidad que me da mi huerta, mi lugar de descanso. Quizás, en parte, es autobiográfico, nosotros compramos aquel terreno, practicamente abandonado, con la idea de hacer una piscina y, poco a poco, se ha convertido en algo más, toda la familia colabora para que nunca falte fruta o verduras, en verano apenas voy por la frutería, sólo tengo que darme una vuelta por el campo, alargar la mano y coger los melocotones más deliciosos que jamás he probado.
Alcaudete Imaginado: Las huertas

La huerta parecía abandonada, apenas unos árboles sobrevivían en medio de las malas hierbas que se comían el terreno, devorando aquella tierra fértil y fecunda hasta transformarla en un erial. No me preocupaba en exceso, mi intención era rehabilitar el cortijo y construir una piscina. María estaba embarazada, los dos esperábamos con ilusión al que sería nuestro primer y tan deseado hijo Alfonso.
Apenas reparé en aquel árbol el primer día, un melocotonero que se encontraba más bien apartado, en una esquina del terreno, casi oculto por el hierbazal que amenazaba con engullirlo. En las siguientes visitas al terreno, mientras trazaba planos y edificaba castillos en el aire, su sombra empezó a perseguirme. Del tronco retorcido salían unas ramas secas, como los brazos esquilmados de un esqueleto. No era una imagen seductora, pero me atraía. Mis ojos la buscaban al llegar, y no me sentía tranquilo hasta comprobar que seguía allí.
Los trabajos avanzaban, los albañiles hacían su labor con rapidez. La piscina ya era un gran hoyo excavado en la tierra que rezumaba agua, el líquido se filtraba desde el río cercano, el Víboras, del que apenas me llegaba un murmullo de frescor. Marzo se aproximaba a su fin. María y yo contemplábamos absortos su vientre abultado, a mi cabeza vino la imagen de un melocotón y el tacto de su piel de seda. En ese momento miré al árbol que nos observaba impasible desde su esquina; el milagro de la vida se abría paso, en una de sus ramas había nacido una flor rosada, tersa y suave como la barriga de mi esposa.
Sentí una extraña desazón. Cuando compré aquella huerta nunca había pensado en otra cosa que habilitar un lugar de descanso, un sitio donde disfrutar de la infancia de mi hijo. Poco me importaban los árboles, y menos aquel triste melocotonero que parecía condenado a la extinción. Ahora me sentía responsable. Algo latía bajo la piel muerta de sus ramas. A aquella flor le seguirían otras; la vida, igual que en el vientre de mi esposa, pugnaba por abrirse camino.
Compré una azada, me rompí las manos, maltraté mi espalda. Conseguí mantener a raya a las malas hierbas que atenazaban su tronco. Mi siguiente adquisición fue un pequeño tractor de segunda mano. No podía evitar pensar en el resto de los árboles, el ciruelo, los manzanos, los perales…; tan abandonados como el melocotonero. Pasaba mis horas libres dedicado a transformar la huerta, y observaba asombrado el más mínimo progreso. Cultivé tomates, pimientos, sandías, melones,… Recordé a mi abuelo, cómo le hubiera gustado verme allí, ser testigo de aquel regreso inesperado a mis orígenes. En mi mente seguía grabada su figura inclinada sobre la hortaliza, el sombrero de paja, sus manos fuertes y curtidas, que también sabían acariciar mi piel de niño.

El día que cogí los primeros melocotones nació Alfonso. María fue la primera en probarlos. Se los ofrecí pelados, me sonrió agradecida y los mordió con ansia, apenas acabó de comerse un par de trozos cuando me miró con el rostro lívido. Acababa de romper aguas. Emprendimos una carrera desenfrenada que nos llevaría al hospital. Unas horas después, casi cuatro kilos de ilusión, provistos de los ojos más hermosos del mundo, se colaron para siempre en nuestras vidas.

Pocos días más tarde, vino a visitarnos el antiguo propietario del terreno. Paseamos juntos, admiró la rehabilitación del cortijo, la piscina y el buen aspecto que presentaba la huerta. Se quedó sorprendido al ver el melocotonero, verde y reluciente, que aún conservaba algunos frutos, maduros y grandes como puños. Le ofrecí un melocotón, que cogió mirándolo con estupor.
Es imposible, me dijo, imposible. Si no lo veo no lo creo. Le pedí que me explicara la causa de su asombro. Fue entonces cuando me dijo que aquel árbol llevaba seco más de tres años. Tres años sin florecer, sin ver crecer las hojas en sus ramas y, por supuesto, tres años sin dar fruto.
Tres años, los mismos que nosotros habíamos tardado en concebir a Alfonso tras decirnos el médico que era imposible, que nunca seríamos padres.



Reseña de mi libro en El alma impresa, por Sergio G. Ros


De nuevo tengo que agradecer a un amigo bloguero, en este caso Sergio G. Ros, la amabilidad que ha tenido al leer mi libro y escribir un comentario sobre el mismo, podeís leer la crítica entera en su blog El alma impresa: http://elalmaimpresa.blogspot.com/2010/12/trece-cuentos-inquietantes-de-felisa.html


Como me gusta coleccionar opiniones me quedo con este párrafo:

"Trece cuentos inquietantes de Felisa Moreno bebe de esa fuente tan primitiva y poderosa, y por otro lado olvidada, que es el suspense, puro y desconcertante, donde cada relato tiene como epicentro a personas normales viviendo situaciones extraordinarias. Relatos, por otro lado, llenos de pequeñas obsesiones que los dotan de gran singularidad, inquietudes nacidas del día a día, cotidianas, y donde el lector puede verse reflejado y "conectar": los problemas de pareja, las relaciones paterno filiales, la soledad, el paso del tiempo, las casas que se convierten en cárceles… los atropellos de coches."

viernes, 3 de diciembre de 2010

VI Certamen Poemas sin rostro, Canal Literatura

(Pincha sobre la imagen para acceder a la web del certamen)

Bases del certamen
1. Podrá participar en este certamen cualquier autor mayor de edad que lo desee, con una sola obra, escrita en español.
2. El tema es libre.
3. Los trabajos presentados deberán ser originales e inéditos (incluido Internet) y no premiados ni pendientes de fallos en otros concursos. Cualquier comprobación en este sentido será motivo de descalificación automática.
4. La extensión de los poemas tendrá un límite entre 10 versos mínimo y 60 máximo.
5. Las obras deberán ser remitidas en soporte informático . En un correo electrónico que incluirá los siguientes documentos adjuntos debidamente cumplimentados con una imagen del documento de identidad acreditativo, a la dirección: certamen@canal-literatura.com
Puedes descargarlos pinchando en los tres enlaces siguientes:
a)- Formulario Datos del Autor-PLICA
b)- Declaración del autor
c)- Versos del poema incluyendo título y seudónimo.
6. El plazo de recepción de originales finalizará el 10 de enero de 2011
7. Se otorgarán tres premios que consistirán (de momento) en:
• Primer premio: 200 euros, trofeo
• Segundo premio: 100 euros, trofeo
• Tercer premio: 50 euros, trofeo
• Premio especial del publico: Trofeo y la dotación de este premio que será la aportación de los usuarios del Canal Literatura, durante la celebración del certamen.
Todos los poemas finalistas y ganadores pasarán a formar parte de la sección en la Web: “Poemas sin Rostro” en texto y audio.
8. La propiedad de las obras será de los autores aunque la Asociación Canal literatura se reserva el derecho de la primera publicación de todas las obras en su Web durante y después del certamen indefinidamente y la primera publicación impresa de ganadores y finalistas en el segundo volumen de “Poemas en el Canal” en caso de decidirse su publicación y contar con los medios económicos que la posibiliten.
9. Los premios de este certamen no podrán declararse desiertos.
10. El fallo del Jurado, que resolverá a su criterio las dudas que pueda plantear la interpretación de estas Bases o cualquier incidencia que pueda surgir durante el desarrollo del certamen, será inapelable y se hará público en la web del canal literatura.
11. Si algún participante utilizara un seudónimo que pudiera ser reconocido o crear algún tipo de confusión con los nick (alias) usados habitualmente en el canal literatura, será informado vía correo electrónico de esta circunstancia, para que proceda al cambio del mismo. En último caso, se le asignaría un seudónimo alfanumérico aleatorio que garantizara su total anonimato para todos los ámbitos del certamen.
12. De igual forma se advierte a los concursantes que no deben compartir sus relatos en las redes sociales hasta la publicación de los 10 finalistas (Tuenti, Facebook, Twiter, etc…) si esto conlleva desvelar la autoría y la identidad real del autor que participa.
La participación en el concurso implica la íntegra aceptación de las presentes Bases.
Recomendamos acceder a la web especial del premio para estar informado correctamente y descargar los formularios originales para poder participar en: http://www.canal-literatura.com/Apoesia6
13. Los poemas que no figuren es esta web trascurrido el plazo de una semana desde su envío, es que no han sido admitidos a concurso.
14. La votación del público se hará, una vez finalizado el plazo de presentación en esta web y por el sistema de estrellas que aparecerán debajo de cada poema. El proceso y las normas de votación se anunciará una vez finalizado el plazo de entrega de originales.
• Queremos resaltar desde ahora que todas las votaciones efectuadas consideradas fraudulentas serán borradas.Todas las votaciones duplicadas que se compruebe que proceden de una misma IP serán borradas. Advertimos como cada año que no se dará ninguna explicación sobre estas decisiones técnicas.
• Las aportaciones de los usuarios y concursantes a estos premios pueden hacerse por transferencia a la cuenta de la Asociación Canal Literatura indicando:
Aportación Premio del Publico, indicando el nombre o NIck.
Nº de cuenta 2043 0143 46 0200004600
Podéis ver las aportaciones en el apartado siguiente:Aportaciones al Premio Especial del Publico
VN:F [1.9.6_1107]

Presentación de Perversiones, esta tarde en Granada


Esta tarde, 3 de diciembre, a las 19:30 en la librería Picasso, Obispo Urtado, 5.
Perversiones. Breve catálogo de parafilias ilustradas
Perversiones nos ofrece una escogida selección de relatos eróticos. Autores como Neuman, Olgoso, Esquivias o Brasca acompañados de ilustradores de primer nivel como Raulo, Martín Pardo ó J. López, nos proponen una inmersión literaria en el enigmático mundo de las parafilias.
(También incluye mi relato Narratofilia)

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Una gran noticia: Reseña de mi libro en la revista Qué Leer


Aún no me lo puedo creer, aunque hace varios días que Jose Miguel, mi editor, me dijo algo así: "cómprate la revista Qué Leer y mira en la página 94, te quedarás con la boca abierta".
Mi primera reacción fue de incredulidad, no podía ni soñar que hubiera una reseña sobre mi libro, pero, ¿qué otra cosa podía ser? Fui preguntándole hasta que me confirmó que así era, que había enviado las novedades de la editorial y que habían decidido comentar el mío.
Cómo podéis imaginar he estado en una nube de alegría e impaciencia hasta que hoy, por fin, he comprado la revista. Y, cómo no, he querido compartirla con todos vosotros, los amigos que seguís con más o menos frecuencia este blog.