jueves, 30 de abril de 2009

Hasta Pronto, Sábado Literario de Mercedes, etc.


Por unos días estaré alejada de este blog, un poco más, ultimamente no tengo mucho tiempo para alimentarlo. Mañana me voy de viaje, ¿dónde?, ya os cuento a la vuelta. Dejo por aquí una foto del taller erótico, llego tarde como siempre, pero me apetece ponerla.


También quiero dejar un pequeño relato para el sábado literario, Ardilla, seguro que tú que lo ves todo, añades mi página en los relatos del sábado, no tengo tiempo, aún me quedan cosas que preparar para el viaje.


Pasad un buen fin de semana-puente y cuidado con la carretera.


Relato: La mujer más fea del mundo


El día que conocí a la mujer más fea del mundo entendí que jamás podría olvidarla. Fue una atracción tan intensa, tan brutal que me supuso una conmoción durante meses. Cuando la vi, yo aún no sabía que era la mujer más fea del mundo, eso me lo dijo después, mientras la invitaba a una cerveza. Aquella tarde me sentía desgraciada, pasé por ese barrio buscando perderme, allí siempre encuentras quien te venda una dosis de irrealidad.

Me contó que había participado en un concurso de belleza, pero al revés. Como yo no veo la tele no me había enterado de nada, así que la escuchaba con atención mientras repasaba su cara. Apenas tenía frente, el pelo le nacía no más de tres centímetros por encima de las cejas, que se unían formando un arco sobre la nariz, larga y huesuda, decorada con una verruga, el centro de atracción de aquella cara desgraciada. Los ojos pequeños y demasiado juntos eran de un color gris sucio, como el abrigo raído que llevaba ese día. No tenía labios, sólo dos líneas delgadas que al despegarse descubrían una sonrisa ajedrezada.

Era tan fea que no podía dejar de mirarla, buscaba un atisbo de belleza, sin hallarlo. Debajo del pelo, escaso y engreñado había un par de orejas enormes y despegadas. Indiferente a mi estado de estupefacción ella seguía hablando. Me contó como había ganado el concurso, la china y la búlgara no se lo pusieron fácil pero al final se alzó con la victoria. El premio consistía en seis mil euros en operaciones de cirugía estética. Aún no había decido por donde empezar.

No es fácil ser fea y pobre, me dijo por fin. Apuró la cerveza y se secó sus labios inexistentes con una servilleta de papel. Con los ojos llenos de niebla me preguntó que hacía yo allí. Esquivé la pregunta dando un manotazo a una mosca que se había posado sobre el mostrador. Me dio las gracias y se marchó. Un par de tipos la señalaron con el dedo y se echaron a reír. Me dieron ganas de darles un puñetazo. No lo hice. Me marché del bar, del barrio. Llegué a mi apartamento del centro, me miré al espejo y comprendí que yo no era la mujer más fea del mundo, ni la más desgraciada, si acaso la más estúpida.

martes, 28 de abril de 2009

¡Ya están llegando!

Hoy me he encontrado varios correos confirmando que han recibido a mi asesina y me ha hecho tanta ilusión que vengo corriendo a contarlo por aquí. (Otro post sobre la novela, lo siento)

El sábado por la mañana me desperté pronto, será la costumbre de madrugar o la emoción de pensar que por la tarde estaría con mis amigos en el taller de relato erótico, sí, ese del que tanto se habla últimamente y del que yo no consigo recordar nada. Al menos eso es lo que le digo a mi marido cuando me pregunta...

A las siete y media encendí el ordenador y me dispuse a organizar los pedidos, no es que sean muchos, es que yo soy muy despistada y para controlar mejor los envíos decidí crear una hoja de cálculo. Después llegó lo más complicado, redactar una dedicatoria personalizada para cada uno de ellos, espero no haber defraudado a nadie, no soy precisamente buena en este menester.

Al rato se levantó Irene, mi hija, con los ojillos aún pegados y carita de sueño. Me preguntó qué estaba haciendo y se ofreció a ayudarme. Fue la encargada de colocar los marca páginas y escribir el remite. Luego me dijo que su nombre debería aparecer también en la novela, que ella había colaborado, bueno me lo comentó con una sonrisilla burlona, maneja muy bien la ironía esta niña.

Al saber que algunos compradores ya habían recibido los libros, he sentido una sensación rara. Algo mío, algo material y tangible, está en manos de personas que hasta ahora sólo formaban parte de este mundo virtual en el que nos movemos. No sé si ellos habrán experimentado algo parecido.

Ahora solo me queda esperar que la lectura de mi novela no les decepcione y agradecerles el interés que han mostrado por ella, y por mí, a fin de cuentas soy la escritora. Qué sí, que ya empiezo a denominarme así, escritora, sin complejos.

lunes, 27 de abril de 2009

Mis amigos...de Alcaudete

(Pincha sobre la imagen para acceder a la página de Amigos de Alcaudete)
Hace ya tiempo que quiero dedicarle una entrada a la asociación Amigos de Alcaudete, creo que es lo mínimo que merecen, pues siempre se han hecho eco de mis pequeños logros literarios en su blog La amistad de Alcaudete y desde hace ya más de un año vienen recogiendo mis relatos en la revista Sierra Ahillos, editada en papel. Esta revista me ha ofrecido la posibilidad de llegar a muchos alcaudetenses, sobre todo a esos que no tienen acceso a internet o no conocen mi blog. Más de una vez me han parado por la calle para decirme, “oye, que te he leído en Sierra Ahillos” y yo tan contenta, ¿qué más puede desear una escritora?

Siempre he admirado a la gente que dedica su tiempo a divulgar la cultura, a conservar las tradiciones, a recuperar la memoria de un pueblo,... Qué no les pesa las horas invertidas, pues les queda la satisfacción del trabajo bien hecho y la seguridad de que su esfuerzo no es en balde.
Desde aquí quiero darles las gracias a estos amigos, a mis Amigos de Alcaudete, y animarlos a continuar con su labor, yo seguiré poniendo mi granito de arena, digo literatura, mientras ellos me lo permitan.

Portada Sierra Ahillos

domingo, 26 de abril de 2009

Entrega de premios en Castillo de Locubín

El viernes asistí a la entrega de premios del I Certamen de Narrativa Breve Castillo de las Águilas, del que resulté ganadora con mi relato El niño que aprendió a escribir cartas de amor. El acto se enmarcó dentro de las actividades del Día del Libro y tras la entrega se realizó un encuentro entre escritores andaluces.

Todas las ganadoras fuimos mujeres, (en la foto de abajo, junto a una integrante del jurado). Fue muy agradable compartir con ellas la emoción del momento y desde aquí las animo a seguir escribiendo. Os dejo con el relato, es un poco largo, pero muy tierno (en este no muere nadie, que dicen las malas lenguas que siempre me estoy cargando a la gente).



El niño que aprendió a escribir cartas de amor




—Abuelo, ¿me enseñas a escribir cartas de amor?
El anciano levantó la vista del libro y miró con fijeza a su nieto, como si acabara de verlo por primera vez. Los ojos serios del niño le indicaron que para él aquello no era ninguna broma, así que reflexionó sobre la respuesta más adecuada. Sergio era callado y tímido, muy responsable a pesar de sus doce años recién cumplidos. Le habría costado mucho pronunciar aquellas palabras, él no podía defraudarlo.
—Claro, ¿cuándo empezamos?
Sergio no esperaba que su abuelo aceptara con tanta naturalidad, llevaba preparada una historia para hacer frente a todos las preguntas indiscretas del anciano, pero éstas no se produjeron, así que se calló, aliviado.
Había acudido a su abuelo porque su madre una vez le contó como se habían enamorado sus padres, los abuelos de Sergio. Recordaba especialmente unos palabras que se le quedaron grabadas a fuego en su memoria: “Tu abuelo escribió una carta de amor tan maravillosa que cuando la abuela la recibió, estuvo llorando durante dos días, nadie se explicaba los motivos del llanto. La llevaron al médico, le dieron unos calmantes, pero ella no podía dejar de llorar, las lágrimas resbalan por su cara como un río desbordado y, lo más curioso de todo, es que en su boca se había instalado una sonrisa.”
La imagen de su abuela con el rostro lleno de lágrimas y sonriendo no se iba de su cabeza. Él no la había conocido, murió joven, sólo quedaban sus fotografías, que el abuelo conservaba con sumo cuidado y que a veces se las mostraba, tratándolas con la delicadeza que merecen los objetos valiosos.

Sergio salió de la habitación feliz, había quedado con su abuelo para mañana, después del colegio, estaba seguro que aquella carta de amor cambiaría su vida.

—Hola Sergio, ¿has estudiado mucho? Hoy tenemos el examen de mates, lo recuerdas ¿no? Ayer no te vi por el messenger.
—Estuve estudiando, ¿cómo me voy a olvidar de un examen? —dijo Sergio con fastidio—Oye, Silvia, ¿puedo contarte un secreto?
—Soy toda orejas, dime.
—Mi abuelo me va a enseñar a escribir cartas de amor.
—¿Qué?
—Tú eres mi mejor amiga ¿verdad?
—Eso dices siempre—contestó la niña mirándolo con curiosidad.
—Voy a contarte algo. Estoy enamorado. Me gusta Lucía, y he pensado en decírselo. Quiero que sea algo especial, nada de mensajes al móvil, eso es lo que hacen todos. Yo le escribiré una carta de amor.
—Vaya..., que callado te lo tenías—la voz de la chica tembló un poco al continuar—nunca imaginé que te pudiera gustar esa pija. Pero guardaré el secreto, sólo te pido una cosa a cambio, que me cuentes todo lo que tu abuelo te vaya enseñando, será divertido.
—Lo haré—dijo Sergio con seriedad—gracias, eras la mejor.

La niña agachó la cabeza y se concentró en repasar las ecuaciones. Sergio la miró un rato, había algo extraño en la actitud de Silvia, sus palabras parecían forzadas, igual que su sonrisa. Se olvidó pronto de ella, acababa de entrar Lucía, agitando su melena rubia.

Los chicos estaban sentados en una esquina del patio, Silvia llevaba unos vaqueros desgastados y una camiseta de su equipo de fútbol. No es como las otras chicas, pensó Sergio, quizás por eso le gustaba tanto estar con ella, siempre se reían mucho juntos.
—Venga, empieza, estoy impaciente—dijo la niña riendo.
—Hoy tuve mi primera lección. Mi abuelo dice que para escribir una carta de amor es necesario estar dispuestos a vaciarnos, a sacar fuera de nosotros ese fuego que nos quema por dentro. Dice que tenemos a nuestra disposición un instrumento muy útil y barato, las palabras. Los hombres nos diferenciamos de los animales porque sabemos hablar y que por eso también somos capaces de amar. Dice que cada carta de amor es diferente. Que se ha de escribir pensando en la persona que la recibirá, que será ella la que inspire nuestras palabras y que, cuando las reciba, las reconocerá como propias.
—Ufffff, parece complicado, menos mal que tomaste notas.
—Deja que siga, incordio—dijo Sergio riendo—También dice que una carta de amor sólo se puede escribir con el corazón. La cabeza, la mente, se debe quedar en stand by, que las palabras nos serán dictadas y, cuando por fin leamos lo que hemos escrito, apenas podremos reconocerlo como nuestro. Y eso tiene sentido por lo que te dije antes, porque esas palabras no son de la persona que las escribe, sino de quien las inspira.

Por un momento se quedaron en silencio, reflexionando. Sergio miraba el patio, donde decenas de niños jugaban alegres o charlaban en corrillos. Pronto acabarían la primaria y se marcharían al instituto. Aquí eran los mayores, allí serían los novatos. De pronto sintió miedo, luego se calmó, con un poco de suerte caería en la misma clase que Silvia, su amiga y que Laura, su amor. Laura era la chica más guapa de la clase, tenía razón Silvia en que era un poco pija, se preocupaba mucho por su forma de vestir, peinarse, incluso utilizaba brillo para los labios. Pero Sergio estaba seguro que eso era por la gente con la que se relacionaba, que ella en realidad era una chica cariñosa e inteligente, que sabría apreciar su carta. Imaginaba sus ojos azules inundados de lágrimas, como los de su abuela, y sus labios gordezuelos curvados en una sonrisa abierta, brillante como el sol de mediodía.
—Segunda lección—dijo Sergio con tono optimista.
—¿Sabes? Creerás que soy tonta, pero anoche no me podía dormir pensando en lo que me contaste sobre las cartas de amor. Tengo un poco de miedo por ti.
—¿Por qué?
—Porque si a Lucía no le gusta tu carta, si se ríe de ti, o te la tira a la cara, ¿qué va a pasar? Si te has vaciado en esa carta, si has puesto en ella todas tus ilusiones, ¿qué te quedará?
—Lucía no podrá rechazar mi carta, piensa en lo que dijo mi abuelo, es ella quien me inspira, serán sus palabras—dijo Sergio con ansiedad.
—Vale, no te pongas así, es que no quiero que te hagan daño. Venga, cuéntame tu lección de ayer—dijo Silvia con un deje de tristeza que no pasó inadvertido a Sergio.
—Mi abuelo dice que en una carta de amor no hay reglas. Que ninguna debe parecerse a otra. Sin embargo, para que me sirva de ejemplo, me ha leído una de las que escribió a mi abuela. Apunté aquí un párrafo que me gustó mucho, te lo leo: “No quiero usar palabras gastadas para decirte lo mucho que te amo, no. Quiero inventar palabras nuevas para ti, palabras que nunca nadie haya articulado, que no se hayan contaminado con el roce de una lengua extraña, que sólo tu boca y la mía las pronuncien, y que se queden ahí, selladas con nuestros besos”
—Uffffffff, si un chico me dijera algo así, temblaría como un flan.
—No digas tonterías, si tú nunca piensas en chicos.
—Eso es lo que tú no sabes—dijo Silvia un poco picada.
—¿No me digas que te gusta alguien y no me lo has contado? —preguntó Sergio mirándola intrigado.
—No, pero podría gustarme, soy una chica como otra cualquiera, o ¿por qué no lleve falditas y no me pinte los labios ya soy un bicho raro?
—Perdona, no quería que te enfadaras—Sergio no sabía como acabar aquella discusión, nunca había pensado en Silvia como en una chica, la veía como un amigo más y sus palabras le hacían sentirse incómodo.
—No te preocupes—dijo apoyando sus palabras con un gesto—ahora tengo que irme, acabo de recordar que he quedado con Matías.

Volvieron a encontrarse a la salida del colegio. Silvia parecía la de siempre, insistió en que siguiera con el tema de la carta.
—Creo que ya estoy casi listo, esta tarde escribiré mi carta y mañana, catorce de febrero, se la daré a Lucía. Mi abuelo dice que si la persona a la que le entregas tu carta es la persona correcta, si realmente corresponde a tu amor, cuando empiece a leerla no podrá evitar que sus ojos se llenen de lágrimas, mientras que en sus labios de dibuja una sonrisa: como le pasó a mi abuela. Yo le he dicho que las chicas de ahora no son tan sensibles, él se ha reído y me ha contestado que no hace falta que se tire dos días llorando, con que se le humedezcan los ojos será suficiente.
—Pues si eso es así, deseo que Lucía llore mañana, para que tú seas feliz. Tengo prisa, nos vemos—dicho esto se alejó corriendo, sin volver la vista atrás.
Sergio se quedó parado, su amiga cada vez estaba más rara, a fin de cuentas era un chica, mejor no intentar comprenderlas.

Jueves 14 de febrero de 2008

Silvia observa a su amigo, lo ha estado evitando toda la mañana, no quiere hablar con él, todavía no. Lo nota nervioso, ella también lo está.

Han salido al recreo, ve como se dirige hacia Lucía, la sonrisa idiota de la chica la saca de quicio. Coge la carta con expresión de asco, tuerce la boca a la izquierda como si el ligero gesto de abrir el sobre le supusiese un esfuerzo enorme. Sergio sigue allí, inmóvil. Lucía sostiene la carta en su mano izquierda, en la derecha un bocadillo de salchichón que va devorando mientras lee. Termina, ni una sola lágrima se ha asomado a sus ojos. Sergio la mira con insistencia, incrédulo. Ella alarga el brazo derecho hacia él, no es un gesto de amor. Le está pidiendo que le sujete le bocadillo. Ya con las dos manos libres, se esmera en hacer la carta pedacitos que van cayendo a sus pies como pétalos de margaritas muertas. Recupera su bocata y se va al corrillo dónde están sus amigas. A juzgar por sus risas, se divierten mucho con lo que les cuenta.

Silvia sigue a Sergio hasta la clase. Lo conoce muy bien, ahora necesita estar solo, se sentará en su pupitre a reflexionar. Ella podrá observarlo desde la puerta. Verá como encuentra el sobre la mesa. Verá como saca la carta y mientras él lee, ella recitará de memoria las palabras allí escritas.

“Querido Sergio,
Si estás leyendo esto es porque Lucía no lloró con tu carta. No puedo decirte que lo siento, te mentiría. Y no está bien engañar a los amigos ¿no? Hace mucho tiempo que quería “vaciarme en palabras”, como dice tu abuelo, pero siempre me ha faltado valor para hacerlo. Has sido tú quien me has enseñado a ser valiente, a no temer al fracaso o a la vergüenza.

Desde hace unos meses ya no puedo verte como un simple amigo. Un amigo no hace que tu estómago se encoja con sólo su presencia, que tus ojos bailen de alegría cuando lo ves, que tu corazón se acelere como si acabara de jugar un partido de fútbol. A un amigo no deseas tocarlo a cada instante, no te falta el aire cuando él no está. Un amigo no provoca que tus piernas se aflojen como si estuvieras delante de una portería para tirar un penalti...Uff esto más que una declaración parece la crónica de un partido.

He sufrido estos días viendo como preparabas tu carta de amor para otra, he llorado a escondidas de ti, incluso pensé en alejarme de tu lado, pero no pude. He tirado más de veinte folios a la papelera, veinte intentos de carta de amor. Por fin, terminé escribiendo estas palabras, que salieron de mi alma sin pasar por mi cabeza. Ahora son tuyas, ¿las reconoces?

Silvia”
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—Puedo preguntarte algo, Sergio.
—Dime abuelo
—¿Cómo te ha ido con tu carta de amor?
—Lloré, abuelo, lloré y sonreí a un tiempo.
—Pero... no eras tú el que tenías que llorar, sino tu amada.
—No abuelo, se cambiaron los papeles, ella me escribió la carta y yo lloré.


viernes, 24 de abril de 2009

Sábado de Mercedes. Relato Erótico



Raquel está sudando, unas manos morenas rozan el interior de sus muslos. Ella trata de descubrir el rostro del dueño de esas caricias; la luz sólo ilumina el camino que los largos dedos trazan sobre sus piernas, dejando la cara sumida en una pastosa oscuridad. Raquel lucha por evitar las caricias, su cerebro ordena pero las manos no obedecen, nota una presión en las muñecas; ahora comprende, está atada, el roce áspero de la cuerda le inflige un dolor intenso cuando trata de resistirse al desconocido.

Aunque no puede verlo, sabe que Pedro está allí, los mira desde el rincón. Inmóvil, observa la escena sin intervenir, sin mover un dedo por ayudarla y eso la pone furiosa, intenta desatarse pero sólo consigue aumentar el dolor. Y el placer. El placer que sube como fuego del averno, amenaza con quemar su vientre, su pecho, su garganta, para luego escapar ansioso por su boca en un quejido obsceno. El placer que aquellas manos van fabricando en su cuerpo, que se arquea ante los envites de su verdugo. Los ojos de Pedro siguen allí, ahora puede verlos; no su cara, ni el resto de su cuerpo, sólo sus ojos, abiertos, inmensos, acusadores. Quiere gritarle que no es culpa suya, que la retienen, que no puede defenderse; pero ¿cómo explicarle lo del placer?, es un gozo terrible e infinito que la llevaba a desear una muerte dulce y lenta, nunca sintió una sensación tan fuerte cuando lo hacía con él. No puede explicarlo, así que se calla y cierra los ojos para no ver los de su novio.
(Fragmento extraído de mi novela "La asesina de ojos bondadosos", lo siento, no he tenido tiempo de escribir nada para la ocasión)

jueves, 23 de abril de 2009

Día del libro y un poema



Hoy es el día del libro, disfrutadlo con una buena lectura. Para mí este mes de abril será inolvidable, después de mucho esperar tuve la suerte de que la presentación de mi novela fuera en estas fechas tan especiales.


Felicidades a todos los enamorados de la literatura y que os regalen muchos libros. Yo me voy a permitir ofreceros un poema.


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Tu voz y mis cinco sentidos

Quisiera oír tu voz.
Notar como las ondas sonoras
se estrellan en mis oídos,
adentrándose en mi cuerpo,
dilatando mi músculo dormido.

Quisiera tocar tu voz.
Atraparla con mis manos y darle forma,
convertirla en cuerpo transparente,
llenarla de curvas y recodos,
montes y valle de locura.

Quisiera oler tu voz.
Tendrá olor a manzana fresca,
a fruta prohibida del paraíso,
al sudor salado del mar viejo
que vigila callado nuestro amor

Quisiera ver tu voz.
Reflejada en tus ojos neperianos,
infinitos, sin límites conocidos,
y conseguir con sólo mi mirada
llenarte de placer y logaritmos

Quisiera morder tu voz.
masticarla con ansia en mi boca,
deleitarme con el dulce sabor
del sonido de tu cuerpo excitado.

miércoles, 22 de abril de 2009

Lo que cuesta una asesina

Fotografía hecha por Paco de Alcaudete.

Ya he consultado los gastos de correos, que vienen a ser 2,50 euros por libro enviado. Así que el precio final de la novela sería de 14,50 euros. Estos costes son para envíos nacionales.
La novela tiene 170 páginas, cuidada encuadernación, papel de buena calidad y una letra muy cómoda de leer.
He pensado hacer unos descuentillos si se compra más de un libro, por ejemplo:
1 Asesina............14,50 euros
2 Asesinas......... 26,00 euros
3 Asesinas......... 40,00 euros
A partir de 3 no se cobran gastos de envío, es decir el precio de la novela sería 12 euros.
La forma de pago es a través de ingreso o transferencia en una cuenta bancaria que se facilitará por correo.
Los encargos los podeis hacer por aquí, con un comentario (donde figure vuestro correo electrónico) o enviando un e-mail a la dirección algaidak@hotmail.com
A los amigos y amigas que ya se han puesto en contacto conmigo les enviaré un correo personal con los pasos a seguir, no es necesario que vuelvan a comunicarmelo.
Ni que decir tiene que los libros irán dedicados y con marcapáginas.
En fin, no entraba en mis planes ocuparme de la distribución, pero mi mayor deseo es que esta novela pueda llegar a todo aquel que quiera leerla, y para ello haré lo que haga falta.

martes, 21 de abril de 2009

Se vende asesina, razón aquí.


Después de hablar con la editorial que distribuirá mi libro he llegado a la conclusión de que o lo vendo yo o se queda en el almacen. Me han dicho que enviarán ejemplares a algunas librerías de la provincia de Jaén, pero que por ahora no pueden subir el libro a su página web, que están de traslado y tienen mucho lío.

En fin, como muchos de vosotros habéis mostrado interés por adquirir un ejemplar, me ofrezco para actuar como intermediaria, yo compro los libros y después os los envío. (¿Empezaría así García Márquez?). El precio de la novela es 12 euros, habrá que añadirle los gastos de envío.

Todo aquel que esté interesado en adquirir un ejemplar de la “Asesina de los ojos bondadosos” deberá enviarme un correo a esta dirección algaidak@hotmail.com y en breve le contestaré con las opciones de envío y el coste de cada una de ellas, aún estoy informándome.

A los primeros 500 encargos les dedicaré personalmente el libro y les regalaré un marca páginas de diseño exclusivo (by Lola Moreno). Ay Dios, si la edición es de quinientos. Valeeeee las firmas y regalos para todos.
Por favor, aunque dejeis un comentario por aquí, enviadme un correo, así tendré una dirección donde mandaros la información y podré organizarme mejor, que soy un desastre. Gracias y disculpad las molestias.

lunes, 20 de abril de 2009

Un nuevo premio...para que no me baje de la nube

Con la gente del taller, mi marido, mi compañera, mi padre...

Esta mañana, aún con la resaca del viernes, que me va a durar varios días más; he recibido una llamada. Siempre, cuando veo un número extraño en el teléfono, me sobresalto. Tengo varios relatos presentados a concurso, pero hoy no le presté demasiada atención. Hasta que una voz de mujer me comunicó que había ganado el I Premio Literario de Narrativa "Castillo de Águilas" que convoca la Asociación de Padres y Madres "Castillo de Águilas" de Castillo de Locubín (Jaén).

Uffffffff, no puede ser pensé, este mes de abril va a ser inolvidable.
El viernes será la entrega de premios, aún tengo que pedirle permiso a mi jefe, se celebrará por la mañana. Espero que no me ponga demasiadas pegas, me hace mucha ilusión recoger el premio en persona.
Aprovecho el post para poner algunas fotos de la presentación de la novela que me ha envíado Ramón, poco a poco voy recopilando el reportaje gráfico del acto. Me he emocionado otra vez al verlas, fue un día muy intenso. Ahora necesito un poco de tiempo para elaborar una pequeña crónica y conservarlo en mi memoria, esa traidora.
Con el profe:
La cola para las firmas, ¡cuánta gente, qué emoción!
Con Pilar, una vieja amiga a la que hacía tiempo que no veía.

domingo, 19 de abril de 2009

¿Has leído la novela? Deja tu opinión, por favor


En la presentación firmé muchos ejemplares, no sé cuantos, pero al final me dolía la mano y se me durmieron las piernas. Aprovecho para pedir perdón a todos aquellos a los que pregunté por el nombre, conociéndolos de toda la vida y a los que puse una chorrada de dedicatoria, tenía pensadas algunas frases, originales y poéticas, pero en ese momento no conseguía recordarlas.


A lo que iba, sé que hay muchos libros circulando por ahí, si alguien abre el suyo y lo lee, me haría mucha ilusión saber la opinión que le merece. Sé que me expongo a la crítica, pero confío en mi "Asesina".


Para hacerlo añade comentario a esta entrada, si no tienes cuenta de google o no quieres identificarte, pincha en anónimo, es muy fácil. Gracias por tu colaboración.

Presentación de Minimás, por Carmen Camacho.




Ayer tuve la suerte de asistir a la presentación de un nuevo libro, conmocionada aún por las emociones vividas el día anterior. Con la miel en la memoria y el corazón agitado escuché las palabras de Carmen Camacho, una joven escritora, nacida en Alcaudete y que reside en Sevilla. Su espectáculo de música y letras nos envolvió a todos en al magia de la poesía, la que destilan las frases, máximas, aforemas, agreguerías, proverbios, aforismos … o minimás como las llama ella, que se recogen en este libro.

Me cuesta trabajo destacar, por la calidad que rezuman todas, alguna de las reflexiones que componen este Minimás, que como ella nos explicaba, no son máximas pero tampoco merecen ser llamadas mínimas, de ahí el nombre.

A Irene, mi hija, le gustó esta:

CAMBIO CLIMÁTICO
Es
te
re
loj
de sol
se atrasa.

Yo me quedaría con esta:

“En la Aldea Global también están los tontos del pueblo” o esta otra “Y en los portales de Internet, ¿hace fresquito, como en el de mi abuela?

O esta última: “Amor con amor se paga: interesante ajuste de cuentas”

Te deseo toda la suerte del mundo, Carmen, paisana.
Para saber más sobre ella: http://www.carmencamacho.net/

sábado, 18 de abril de 2009

¡¡¡¡¡¡¡¡¡Gracias!!!!!!!!!

Con mi padre

No tengo otra palabra para describir lo que sentí ayer, sólo agradecimiento, a toda la gente que me acompañó en la presentación de mi primera novela “La asesina de los ojos bondadosos”. Más de cien personas subieron a “mi castillo” y me llenaron de alegría y orgullo, porque no puedo menos que sentirme orgullosa de tener una familia, unos amigos, unos compañeros, unos vecinos… tan especiales. Creo que anoche engordé un par de kilos, los que había perdido con los nervios estos días atrás.

Aún me siento envuelta en una nube, no sé si tendré la fortuna de presentar más novelas, pero creo que ninguna ocasión será tan especial como esta. Estuve más de una hora dedicando libros, llegó un momento que no sabía lo que escribía, tan emocionada estaba.

Quiero agradecer en especial la asistencia de las personas que vinieron de fuera, Lola, Juanma y Ramón del Desván, Manuel de Mágina, uno de nuestros amigos blogueros, al que tuve el gusto de conocer en persona.

Pude reencontrarme con viejos amigos, a los que hacía tiempo que no veía, más de una lágrima se me escapó, por más que lo intentaba no lograba expresarles lo que significaba para mí tenerlos allí, a mi lado. Y con mis compañeros de trabajo, que me han soportado estos días con estoicismo, especialmente Mila, la más perjudicada por mis nervios, por ser la más próxima.

No quiero olvidarme de mis paisanos de Noguerones, el pueblo donde nací, y donde está ambientada la novela, fueron muchos los que vinieron a acompañarme. Gracias a todos.

Y mi familia que la sentí como una piña, apretaditos para darme todo su calor, especialmente mi marido, que se encargó con soltura de la intendencia y a mi hermana Lola, que siempre está ahí cuando la necesito.
Con mi marido


Aún no tengo las fotos del acto, en mi cámara apenas están estas dos, en cuanto me las pasen mis “fotógrafos oficiales”, mi compañero Paco y mi cuñado Javi, las pondré por aquí.

Gracias a todos, a los que estuvieron físicamente y a los que me habéis acompañado todos estos días atrás con vuestras palabras de ánimo.

¡No os merezco!

viernes, 17 de abril de 2009

martes, 14 de abril de 2009

Me entrevistan por la radio!!!!!


Mi amigo bloguero Francisco Legaz me ha ofrecido hacer una entrevista para El bosque de las palabras. Este es un programa cultural, dedicado especialmente a la literatura, que se emite en Radio Morata y a través de internet. Hablaremos de mi asesina y ... no tengo ni idea de que más, dice que no le gusta preparar las entrevistas, así que puede salir cualquier cosa. He estado escuchando algunos de sus programas y son geniales, estoy segura que pasaremos un rato agradable, si logro controlar mis nervios, esos duendecillos traviesos.
Por si quereis ponerle voz a mi cara, los que aún no me conocéis, os dejo el enlace. http://www.radiomorata.com/ (Si tenéis problemas para escuchar la emisora, pulsa donde ellos indican, se descarga un programita en escasos minutos y ya se oye perfectamente)
El programa se emite esta tarde de 6 a 8, creo que mi aparición estalar será sobre las siete y media. ¿Me acompañais?

Ya está hecho y lo he pasado genial, mis nervios se han portado bien, será que los tengo ya destrozaditos a los pobres. Gracias Francisco por darme esta oportunidad de dar a conocer mi novela.


lunes, 13 de abril de 2009

De nuevo por aquí


Ya falta poco para la presentación de mi novela, sí, esa con la que os estoy machacando desde hace varias semanas y es que no puedo pensar en otra cosa, lo siento.

Hoy he estado diseñando un marcapáginas, bueno lo ha diseñado mi hermana, que es la creativa de la familia, yo soy un poco torpe para eso. Después me fui a cambiar el vestido, me había comprado uno blanco, chulísimo, pero demasiado fresquito para el tiempo que se avecina este fin de semana. Que digo yo, podía hacer bueno el viernes, pero esta primavera revoltosa parece no estár por la labor.

Os cuento más cosas, me mandaron la portada del libro Voces con Vida, que se va a editar en Méjico, dentro va un relatito mío, lo primero que publico fuera de España, me hace mucha ilusión. He intentado ponerla por aquí, pero es un archivo pdf y no me deja cargar la imagen. Así que he colocado una foto de mis niños, del verano pasado.

Ah, y me llegó un correo de Wikio, diciéndome que mi blog está el número 28 en el ranking de blogs literarios, qué cosas. Me han pedido que añada un bagde, que resulta que es lo mismo que un gadget (hay que ver lo que me recuerda esto a ese inspector francés de dibujos animados) y lo he hecho, está debajo de mi foto, es pequeñito, apenas ocupa nada.

Aprovecho de nuevo para invitaros a la presentación, es el viernes a las 8 de la tarde en el Castillo de Alcaudete, después del acto en la Sala Capitular, que espero sea entretenido, nos tomaremos una copita en las Caballerizas (tranquilos, ya no hay caballos). A ver si la gente de Alcaudete se anima.

miércoles, 8 de abril de 2009

Me voy, os dejo con La buscadora de miradas

Estaré unos días fuera, sin internet, os echaré de menos. A ver si saco tiempo para retomar mi novela. Llevo unas semanitas que no consigo juntar dos palabras seguidas. Menudo jaleo con la presentación, cuando todo termine redactaré una crónica titulada "como presentar una novela y no morir en el intento". Será que yo soy un poco nerviosa o que las cosas se están complicando un pelín. Nada, no me enrollo más, os dejo ya con el relato, espero que os guste.

LA BUSCADORA DE MIRADAS




El tren se pone en marcha, adentrándose en la negrura del túnel. Observo despreocupadamente a mis compañeros de viaje, hasta que mi mirada se cruza con la tuya, un instante cegador que me deja deslumbrada, sumida en el desconcierto. Fijo la vista en el periódico que descansa en mi regazo, mientras recupero la compostura. Tu mirada me ha dejado al descubierto, mostrando mis oscuros secretos, mis deseos más íntimos. Permanezco un buen rato tratando de disimular mi turbación, antes de volver a mirarte; tú sigues allí, ajeno a mi curiosidad, hablando por un móvil de última generación, alto, moreno, bello e inaccesible. La alianza en tu mano derecha delata que estás casado. Intento imaginar a tu esposa, rubia, guapa, medidas perfectas, esperando cada tarde tu regreso a casa, arreglada, perfectamente maquillada. Se pondrá tu perfume favorito, tú llegas cansado pero no puedes evitar desearla, le haces el amor con pasión y te duermes abrazado a ella. En cambio, cuando yo llegue a casa no encontraré a nadie esperándome, le daré de comer al gato y pondré una película en el video, de esas bien antiguas en las que los diálogos eran más importantes que los efectos especiales, y lloraré con la protagonista la pérdida del hombre amado.

Esta es mi parada, me bajo sin mirarte, camino entre la gente buscando la salida y el aire fresco de marzo golpea mis sentidos. De pronto siento una mano en mi cintura, me vuelvo asustada y encuentro tu cara, me miras sonriente mientras que tu mano se va desplazando, ya estás tocando mis muslos cuando me besas, sellando con tus labios cualquier atisbo de protesta. Me siento flotar, tú me agarras del brazo con fuerza obligándome a caminar deprisa. Entramos en una cafetería repleta de clientes, sin reparar en nadie me llevas hasta el fondo. Aseo de minusválidos, indica el cártel de la puerta, entramos. Aún no hemos dicho una palabra y ya me estás levantando la falda, ahora soy yo la que busco tus labios de fuego, con ansia, muerta de deseo. Todo sucede deprisa, consigo escapar de mi cuerpo y observar desde el techo cómo me desnudas, cómo bajas tu cremallera mientras besas mis pechos. Me veo disfrutando intensamente, el cuerpo en una postura imposible, la cara distorsionada de placer. Todo acaba en unos minutos, me susurras al oído unas palabras que no alcanzo a entender. Me dejo caer en el suelo, deshecha, sudorosa, desorientada y plena a la vez. Tú recoges la ropa y te vistes, me sonríes y te marchas. Intento decir algo, pero mi boca es incapaz de articular palabra alguna.

El tren se para, levanto la vista del periódico y veo cómo bajas. Ha sido una estupenda experiencia imaginarme haciendo el amor contigo. Te despido en silencio, siguiéndote con la mirada hasta que te pierdes entre la gente. No importa si no vuelvo a verte, sólo has sido una aventura más. Mañana buscaré otra mirada en la que perderme.

martes, 7 de abril de 2009

Una sorpresa en el buzón



Hoy, como siempre, al llegar a casa he mirado el buzón, cartas del banco, de publicidad, de impuestos… Entre esta correspondencia anodina encuentro un sobre del Ayuntamiento de Sallent de Gallego, en Huesca. ¡Vaya, que amables!, pienso, otro certamen que se ha resuelto y me mandan una comunicación con los ganadores. Por experiencia sé que si ganas, te llaman por teléfono y si quedas finalista te envían un correo electrónico. Si te llega una cartita postal sin certificar es que nada de nada.
A punto estoy de tirarla sin leerla, pero lo echo otra ojeada. Entonces descubro que la carta es para comunicarme que ”La buscadora de miradas”, uno de mis relatos, ha sido seleccionado para ser publicado en el libro del concurso. ¡Bien! Escribí este cuento hace más de dos años y ya lo tenía casi jubilado, después de enviarlo a varios certámenes sin éxito. Finalmente ha logrado su objetivo, será editado en papel. El sueño de todos mis relatos, mi sueño.

Pues eso que soy finalista o algo parecido del VI Concurso de Relatos para Leer en Tres Minutos “Luis de Val”, creo que se presentaron más de 400 relatos, hay que ver cuánta gente queremos ser escritores. También me he enterado de que el ganador ha sido el zaragozano Alfredo Mozas y en lengua aragonesa Alberto Gracia Trell. Desde aquí mi enhorabuena para ambos.

lunes, 6 de abril de 2009

Un favor, para mi niña.

GRACIAS A TODOS LOS QUE HABEIS DEJADO COMENTARIOS EN EL BLOG DE IRENE, ME HE EMOCIONADO MUCHO LEYÉNDOLOS, LA NOCHE HA SIDO DURA, PERO ESTOY SEGURA QUE CUANDO LEA VUESTRAS PALABRAS, IRENE SE SENTIRÁ MUCHO MEJOR.
!SOIS ESTUPENDOS!

Mi niña está malita, hemos pasado la tarde en urgencias, una fiebre alta que ha tardado en ceder y que seguramente nos acompañará esta noche. La fiebre es como un visita inesperada que nunca conseguimos que se marche, por mucho que la invitamos a hacerlo.
Irene está muy triste, no sólo por el supositorio que le han puesto, qué hay que ver que molestos que son esos pequeños cohetes que atacan por la retaguardia, sino porque esta tarde iba a salir en una procesión, llevaba muchos días esperando este momento, Y es que no sé a quién ha salido esta niña, pues ni su padre ni yo pertenecemos a ninguna cofradía, ni nunca hemos procesionado con traje de nazareno.


En fin, que se ha tenido que quedar en casita, mirando la capa roja, con ojitos de pena. Yo le he prometido que pondría un post en mi blog invitando a todo el mundo a pasar por el suyo, se llama Mis cuentos mágicos, y se queja de que nadie le deja comentarios.


Así que esta mamá, que soy yo, os pide que hoy no dejéis los comentarios en mi blog, sino directamente en el suyo, como cuando era más pequeña y me pedía que le presentara a las niñas que nos encontrábamos en la playa porque quería hacer amigas y no se atrevía a dirigirse directamente a ellas. Ojalá siempre pudiera estar a su lado para solucionarle los problemas.


Aquí os dejo el enlace a su blog: http://irenemarmo.blogspot.com/



domingo, 5 de abril de 2009

El refuerzo, por Horacio Convertini



Hace unos días se presentó en Orihuela (Alicante) las novelas ganadora y finalista del certamen Gabriel Sijé 2008, promovido por la Caja Mediterráneo. El ganador fue el colombiano Diego Montoya con la obra Ofelia Bergman murió anoche, Horacio Convertini recibió el accésit por su novela El refuerzo, que él define como “la metáfora de un fracaso”.
(Pincha sobre la foto para leer la noticia completa)

Conozco a Horacio desde que coincidimos como participantes en el certamen de Canal Literatura, hemos intercambiado muchos correos desde entonces, compartiendo relatos y esperanzas, cuando empezamos esta amistad ninguno de los dos tenía nada publicado, aparte de algunos relatos en antologías de concursos. El otro día pudimos intercambiar novelas, yo le dí un ejemplar de La asesina de ojos bondadosos y él me entregó el libro de El refuerzo, con una hermosa dedicatoria. La mía no fue tan buena, tengo que practicar en esto de dedicar libros, se me da fatal.

Aunque no pude estar en la presentación de la novela, fue un lunes, sí que pudimos compartir una comida y un rato de conversación. Hablamos de todo, menos de literatura, mis hijos no nos dejaron, como siempre acapararon toda la atención. Después de mucho conversar nos dimos cuenta que a pesar de los kilómetros no hay muchas diferencias entre Argentina y España, los problemas vienen a ser los mismos.

Al final nos despedimos con un buen sabor de boca, mi marido le regaló unas botellas de su vino, y los niños le dieron un abrazo de despedida, sabe ganarse a los chicos. El tiempo pasó tan rápido que apenas pudimos hablar de su novela, yo ya la había leído, pero me hubiera gustado hacerle unas preguntas sobre ella para poner la entrevista en el blog. En fin, tendré que conformarme con el comentario en la contraportada, que transcribo a continuación:

(Pincha sobre el libro si quieres adquirirlo)
“ El fútbol es como un planeta que sólo da una cara al sol. En su faz iluminada y tibia, habitan jugadores que tienen la cuenta bancaria de un astro de Hollywood y los caprichos de un príncipe oriental.
Pero hay otro lado, oscuro, frío, desamparado; donde la gloria es un sueño olvidado hace tiempo y la vida se batalla cada día en canchas de césped pelado. Las piernas son las piernas de patear un tiro libre y de andar de un sitio para otro en busca del salario que compense el desarraigo y la soledad.
El refuerzo cuenta la historia de un futbolista que corre desesperado detrás de su suerte en esa región alejada de las cámaras de televisión y del glamur de los grandes campeones. Allí donde las pasiones se rizan hasta la locura.
Y donde la muerte puede latir en la letra pequeña de un contrato.”

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Os recomiendo esta novela, merece la pena leerla, Horacio es un buen escritor, estoy segura que llegará muy lejos, entonces presumiré de ser amiga suya.

viernes, 3 de abril de 2009

Que ocurriría si... (Sábado Literario)


¿Qué ocurriría si…no existiera el amor?

Si no existiera el amor quebrarían los invernaderos, nadie regalaría flores por San Valentín. El precio de los diamantes se desplomaría, y la cotización del oro de los anillos de compromiso bajaría en picado. Las fábricas de bombones tendrían que dedicarse a envasar sopa fría, para los solitarios.

Al quebranto económico que le supondría al Corte Inglés la desaparición del amor, tendríamos que añadir el disgusto de los salones de bodas, los diseñadores de vestidos de novia, los fotógrafos y hasta el cura, que sólo tendría entierros, ni niños nacerían.

A todo esto, que siendo mucho apenas es nada, tendríamos que añadir el vacío en la cama, el cepillo de dientes solitario, la ausencia de un beso en el cuello… Sólo nos quedarían un montón de palabras huecas, que no nos servirían de nada.
(Para leer más relatos del sábado literario visitar la página de Juanma, el conductor de esta semana http://rodriguezdesousa.blogspot.com/)

jueves, 2 de abril de 2009

La Semana Santa Viviente de Cuevas del Campo

Esta imagen no es de una película, no. Está tomada durante la representación de la Semana Santa en Cuevas del Campo, un pueblo del Altiplano Granadino, cerca de Baza. Es dificil explicar con palabras lo que sientes cuando asistes a este espectáculo. No es necesario ser creyente para sentirte envuelto en la magia del momento, para trasladarte en el tiempo muchos siglos atrás. La música, los figurantes, el entorno natural donde se desarrolla la acción, consiguen que te veas inmerso en la historia del cristianismo. Podría poneros decenas de fotos como estas, o mejores, pero ya están recogidas en el blog de Antonio V. Martinez Cruz, uno de los principales artífices de que esta Semana Santa Viviente, sea una de las más visitadas y valoradas de Andalucía. Os animo a visitar su blog, no os defraudará:


Y por supuesto a visitar Cuevas del Campo el Viernes Santo, si no pasa nada yo estaré por allí.



“Soy ateo, pero he llorado al paso del Cristo”. Semana Santa Viviente en Cuevas del Campo. Cinco de la tarde. Carlos, carpintero de profesión, recorre el camino al Calvario con la pesada cruz que él mismo ha fabricado; talló una más ligera, pero el director de la representación no ha permitido licencias. Tampoco a su corona le faltan espinas, ni es compasivo el látigo al que es sometido tras ser condenado por Pilato a la crucifixión. Ni siquiera es ficticia la media hora que permanece “clavado”, desnudo y tambaleándose en la cruz de dos metros levantada en el Gólgota cueveño. (EXTRACTO DEL BLOG DE ANTONIO V. MARTINEZ)


miércoles, 1 de abril de 2009

Ya tengo fecha y... castillo


Esta mañana hemos fijado la fecha definitiva de la presentación de mi novela. Casi ha sido un asalto al despacho del alcalde, me he sentado frente a él y no me he movido de allí hasta que ha confirmado, con el técnico responsable del ayuntamiento y con la diputada provincial de cultura, el día y la hora de la presentación. Será el 17 de abril a las 8 de la tarde, en el Castillo Calatravo de Alcaudete, tal como yo quería.

Ahora viene lo peor, preparar las invitaciones, recordar a quién tengo que dárselas, no dejarme a nadie atrás (han sido bastantes las personas que me han preguntado por la fecha de la presentación). Además del protocolo oficial, que lo habrá, al tratarse de un acto institucional. Creo que me voy a poner de los nervios y aún faltan dos semanas, tendré que hacer provisión de valeriana y de tila. Y es que a mí me cuesta esto de los actos, mira que por mi trabajo estoy habituada a organizar eventos similares, pero en este caso es diferente, yo seré la protagonista, a eso no estoy acostumbrada.

Os dejo una imagen de “mi castillo”, en realidad no es mío, se lo he pedido prestado al pueblo de Alcaudete por unas horas, será un hermoso escenario para dar a conocer a mi “asesina”.

¡Estáis invitados!