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jueves, 6 de mayo de 2010

Los pelícanos ven el norte, Pablo de Aguilar


Hoy quiero compartir con vosotros un libro que ha conseguido sorprenderme, atraparme, conmoverme... Algo que no han logrado las novelas que he leído últimamente, algunas de ellas top ventas y/o de escritores muy reconocidos.
En este caso se trata de uno de nosotros, compañero de blogs, de taller, de ilusiones. Siempre gusta la buena literatura pero si además es de alguien tan cercano, es un verdadero placer degustarla.

La historia de Hércules, el protagonista de la novela, engancha, está bien llevada, tiene consistencia; y además está bien escrita. No es fácil encontrar una novela que reúna las dos cosas. A veces parece que el interés del argumento está reñido con la calidad literaria. Se me ocurre pensar en Los hombres que no amaban a las mujeres, la historia consigue enganchar, los personajes (sobre todo el de Lisbeth) están bien dibujados, pero poco más.

No dudéis, podéis conseguir el libro con la revista Qué leer de este mes, en cualquier quiosco o librería.

El premio:

El jurado del III Premio Volkswagen Qué Leer compuesto por Ángela Becerra, Enrique Murillo, Alberto García y Toni Iturbe, reunido en Barcelona a finales de marzo de 2010, ha acordado que la novela ganadora de esta edición es “Los pelícanos ven el Norte”, que corresponde al autor Pablo de Aguilar González. La novela narra las peripecias de un hombre llamado Hércules, que pese a su heroico nombre es una persona más bien desorientada y agobiada por sus fobias, que se va a Estados Unidos para cruzar el país en coche en busca de un amor de adolescencia que cree que va a convertirse en ese norte que perdió muchos años atrás, o que realmente nunca llegó a encontrar. Viaje, humor, amor, aventuras y desventuras se agitan en esta historia agridulce que discurre entre carreteras, persecuciones y recuerdos.
El autor:

Vi la luz un domingo de hace 46 años, en la llanura de Albacete. Quizá, por eso, me gusten tan poco los lunes y las cuestas.
Llegué a un piso del barrio de Vistabella hará unos 26 años para hacerme informático. Y me convertí en murciano consorte hace 14. Supongo que por quedar bien con todos, mi hijo nació en Albacete y mi hija en Murcia. Para la literatura (obsérvese la minúscula), aparecí en el mundo hará unos 5 años, en Molina de Segura.
Con todo esto, me siento albaceteño, murciano y molinense.
Soy un autor tardío porque -como dice un amigo- seguramente, a los veintitantos, tendría mejores cosas que hacer que pasar horas a solas con mi monitor. Por el tiempo que llevo escribiendo, se puede decir que estoy a punto de licenciarme: o sea, que, ahora, empiezo a atesorar algunos conocimientos y me queda todo por aprender.

Cuando empezaron a enseñarme lenguajes de programación, me dijeron que uno de los mejores modos de aprender consistía en leer programas ya escritos. Es curioso cómo la informática coincide con la literatura en este punto. Creo que para alguien que quiere escribir, es indispensable leer. A mí, por suerte, me gusta más lo segundo que lo primero. Siempre he pensado que con el talento se nace; pero, como informático, sé que la técnica se aprende. Consciente, pues, de que el talento es el que es y que no podré mejorarlo, me interesa bastante todo lo que tenga que ver con la técnica de la narración. Intento leer sobre ello y quedarme con lo que sea capaz de todos los que puedan enseñarme algo. Y, por eso, agradezco a todos los que han sido tan amables de, bien por sus conversaciones, bien por talleres, bien por sus textos, compartir sus conocimientos conmigo (La Molineta Literaria, Ramón Alcaraz, Ana María Tomás, Andrés Neuman, Rubén Castillo, Chuck Palahniuk, Stephen King, y un largo etcétera) . Éste y todos mis relatos poseen algo de ellos.
He ganado algunos premios y he quedado más veces finalista. No voy a aburrir con una (no tan larga) relación de todos porque creo que sólo le interesarían a mi madre y a mi ego; y no sería conveniente que cualquiera de ellos engordara en exceso.
Para terminar, una frase de Camilo José Cela: "En ocasiones pienso que el premio de quienes escribimos duerme, tímido y virginal, en el confuso corazón del lector más lejano.". Estoy básicamente de acuerdo con ella pero... ¡qué demonios! a él seguro que no le importó ganar el Nobel.

martes, 16 de febrero de 2010

El arte de la ficción, David Lodge

Éste es el último libro que he leído, y quería hacer referencia a él en mi blog porque contiene aspectos que me han parecido muy interesantes y que nos pueden venir bien a los escritores novatos, como es mi caso. Es ameno y entretenido, el único defecto, que la mayoría de las obras que utiliza para sus análisis son inglesas. Ya me gustaría encontrar algo parecido en versión española. Como soy un poco perezosa para hacer comentarios de libros y no tengo demasiado tiempo, dejo una reseña que he encontrado en internet. (Estoy empezando a pensar que pertenezco a la generación de "corta y pega").


El arte de la ficción

Este es un libro ideado para los amantes de la lectura y la literatura que quieran profundizar un poco más en los mecanismos internos que sustentan la narrativa de ficción. Sin entrar en complejidades filológicas o críticas, Lodge da cuenta de cincuenta aspectos del ‘arte de la ficción’ que arrojan algo de luz sobre técnicas muy diversas, desde la estructura de los capítulos hasta el flujo de conciencia.
Escritos originalmente en forma de artículos semanales para el suplemento literario de The Independent, los capítulos que conforman este estudio se estructuran de forma muy simple: Lodge elige un fragmento literario de alguna obra para estudiarlo y aclarar el porqué de una práctica narrativa. Comenzando por aspectos tan simples como el narrador omnisciente o la novela epistolar, poco a poco examina cosas más interesantes, tales como la epifanía (en James Joyce), el uso de las casualidades (en Henry James) o los experimentos con la metaficción (en John Barth). En general, no utiliza tecnicismos y sus explicaciones son claras y divulgativas, aptas para todo tipo de público.
No obstante, puede que a un lector no familiarizado con las novelas inglesas (aunque incluye algunos autores norteamericanos) todos los ejemplos y, por extensión, sus correspondientes explicaciones, le suenen a chino. Lodge hace bien ciñéndose al campo que mejor conoce (fue profesor de literatura inglesa en Birmingham), pero su libro queda, por este motivo, constreñido a un campo muy limitado. Se echa en falta el análisis de alguna novela extranjera, donde el uso de alguna de las técnicas a las que alude (el realismo mágico, el simbolismo, la novela experimental) se hubiera percibido con mayor facilidad. Aun con todo, un buen libro para adentrarse un poco más en las complejidades de la literatura.

lunes, 8 de febrero de 2010

Un libro que me ha gustado: La luna cuadrada

A veces un libro te sorprende, quizás porque no esperabas nada de él, porque ni siquiera lo has comprado, ni conoces a la autora. Lo abres, empiezas a leer con cierto grado de desconfianza y cuando menos te lo esperas acabas atrapada entre sus páginas. Lees un relato y quieres más. Te gusta el estilo, las historias, en cierta forma y salvando las distancias, se parecen a las tuyas. Piensas que quizás algún día podrás escribir así. Y te sientes contenta porque sin pretenderlo, sin ningún esfuerzo por tu parte, has tenido la suerte de leer un libro que te gusta, que te llena. Quizás debería darle las gracias a mi marido por sacar la luna de la biblioteca y ponerla a mis pies, perdón, en mis manos.



La escritora Ghada Sammán, nacida en Damasco y luego afincada en Líbano y París, ocupa un lugar de primer orden dentro de la literatura árabes desde hace más de cuarenta años. Maestra del relato corto, ha publicado también importantes novelas, como su excepcional tetralogía sobre la guerra civil de Líbano, además de ensayo, poesía y textos periodísticos. En las diez historias que componen La luna cuadrada, su libro de relatos más reciente, la autora se adentra en la literatura fantástica con un personal estilo en el que el sentido del humor y la mordacidad se conjugan con la crítica de la sociedad árabe y con un feminismo profundamente comprometido con los valores humanos universales. Sus personajes, todos ellos exilidados del Medio Oriente en París, Londres o Nueva York, nos introducen en un subyugante a la vez que inquietante universo entre la lógica del mundo tangible, el misterio y los abismos de la enajenación y la locura, y nos hacen vivir atmósferas que van del más puro surrealismo a un intenso y poético romanticismo.
(El traductor: José Miguel Puerta Vílchez)

martes, 2 de febrero de 2010

El pintalabios (Maribel Romero y otras autoras alicantinas)

Puede sorprender que un objeto tan común como un pintalabios sugiera historias tan diversas e interesantes como las que se recogen en este libro. Siete autoras alicantinas, entre las que se encuentra mi amiga Maribel Romero, han creado un libro de relatos que consigue enganchar desde las primeras páginas. Cuesta destacar un cuento, ya que todos tienen algo especial, un elemento diferenciador que los hace atractivos y sugerentes, como un pintalabios que consigue convertir los labios de una mujer en promesas.

Quiero aprovechar esta entrada para felicitar a Rafaela Lillo, Manuela Maciá, Paqui Pérez Gallego, Maribel Romero Soler, Teresa Rubira Lorén, Mª Ángeles Salas Moneo, Mª Mercedes Tormo Muñoz, porque han logrado unir sus talentos para crear un libro interesante de principio a fin. Y por supuesto para recomendarlo, creo que no os decepcionará. Se puede adquirir a través del blog de Maribel, "Ocurrió en Febrero".