Hace poco más de un año os hablaba de mi asistencia a la Feria del Libro de Sevilla, ilustrado con fotos, preparé un post de la visita, que se puede ver en este enlace:
http://felisamorenoortega.blogspot.com/2010/05/en-la-feria-del-libro-de-sevilla.html
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Allí conocí a Juan Eslava Galán, he recuperado para esta entrada la foto que nos hicimos con él, y le regalé mi novela, que tuvo la amabilidad de leer y comentarme que le había gustado mucho.
Este año estaré de nuevo por allí, pero de otra forma, firmando mi libro Trece cuentos inquietantes, será el domingo 22, de 13,00 a 14,00 horas en la caseta de la Editorial Hipálage, la número 34.
No voy a negar que estoy ilusionada, lo estoy, pero he de confesar que empiezo a sentirme un poco cansada. A veces pienso que esta lucha por estar ahí, el esfuerzo que hay que realizar constantemente para ser leído, lo difícil que es destacar entre cientos, más bien miles, de escritores; es inmenso. Hay que estar en todos sitios, en las redes sociales (blog, faceebook, twiter,...), enviar invitaciones, insistir, recordar constantemente que existes, que escribes, que quieres que te lean.
A veces me da la sensación de que me he convertido en mi propia relaciones públicas, me paso la vida promocionándome, yo, que siempre he preferido pasar inadvertida. ¿Es necesario todo esto para escribir? No sé. Supongo que debe ser así, que los mercados son así, ya lo estudiaba en la universidad, si no das a conocer tu producto, por muy bueno que sea, no lograrás venderlo.
Y yo me paso la vida vendiéndome, así que no creáis todo lo que cuento por aquí, pensad que siempre tengo que exagerarlo un poco, hacer montañas de un grano de arena, magnificar lo pequeño. Aunque, pensándolo bien, me gustan las pequeñas cosas, son las que, ladrillo a ladrillo, construyen nuestra vida.
Este año estaré de nuevo por allí, pero de otra forma, firmando mi libro Trece cuentos inquietantes, será el domingo 22, de 13,00 a 14,00 horas en la caseta de la Editorial Hipálage, la número 34.
No voy a negar que estoy ilusionada, lo estoy, pero he de confesar que empiezo a sentirme un poco cansada. A veces pienso que esta lucha por estar ahí, el esfuerzo que hay que realizar constantemente para ser leído, lo difícil que es destacar entre cientos, más bien miles, de escritores; es inmenso. Hay que estar en todos sitios, en las redes sociales (blog, faceebook, twiter,...), enviar invitaciones, insistir, recordar constantemente que existes, que escribes, que quieres que te lean.
A veces me da la sensación de que me he convertido en mi propia relaciones públicas, me paso la vida promocionándome, yo, que siempre he preferido pasar inadvertida. ¿Es necesario todo esto para escribir? No sé. Supongo que debe ser así, que los mercados son así, ya lo estudiaba en la universidad, si no das a conocer tu producto, por muy bueno que sea, no lograrás venderlo.
Y yo me paso la vida vendiéndome, así que no creáis todo lo que cuento por aquí, pensad que siempre tengo que exagerarlo un poco, hacer montañas de un grano de arena, magnificar lo pequeño. Aunque, pensándolo bien, me gustan las pequeñas cosas, son las que, ladrillo a ladrillo, construyen nuestra vida.
11 comentarios:
Piensa que forma parte del mundo editorial. Digamos que "daños colaterales" de tu actividad como escritora. Sé que es cansado, pero piensa también que es necesario para que tus textos lleguen a los lectores. Es como irse de vacaciones, nos gusta la playa o el campo, descansar, disfrutar...; pero nos exige realizar tareas que no nos gustan tanto, como preparar el equipaje, los traslados, el viaje de regreso a veces con agotamiento acumulado. Es un cansancio "feliz" ¿verdad? Nada es perfecto, e incluso las cosas que más nos satisfacen tienen su parte "menos buena". Y seguro que no lo cambias por nada, cuando estés firmando libros, cuando hables con la gente y escuches sus comentarios..; son momentos que compensan cualquier sacrificio.
Un abrazo,
Ramón
Qué sensato eres siempre, Ramón. Llevas toda la razón del mundo, es un cansancio feliz, quizás es que se me están acumulando muchas cosas, de todo tipo (incluida una alergia de campeonato) y me siento agotada. Un abrazo.
Estimada amiga Felisa, te entiendo perfectamente. Y he de dar la razón a El Desván de la Memoria por su comentario. Con mi primer libro estuve en cinco ferias del libro, incluida la de Valencia. Ventas pocas, la verdad. Mucha ilusión, mucho cansancio. Con mi segundo he decidido ser más parco, me han propuesto ir a una pero creo que no iré. Salvo la ilusión, como dices, el regusto que se queda es el de feriante (con todos mis respetos). No obstante, también es cierto que hay que salir, destacar, autopromocionarse, y siempre queda la felicitación tras la firma y el comentario agradecido. P ej el mio, que reitero. Me gustaron mucho mucho tus relatos. Sigue, sigue por ti y por mi. La ilusión llévatela a Sevilla y cualquier sitio.
Un saludo.
Hasta los grandes escritores que venden muchos ejemplares hacen tours literarios por toda España. Un claro ejemplo es el de Javier Sierra, que se está corriendo todas las ciudades españolas para promocionar su último trabajo.
Es duro, pero la única forma que te conozcan y tre lean más lectores.
Un beso y mucha suerte.
Gracias, Ginés, por tus palabras de ánimo. A mí hay cosas que me gustan mucho, el encuentro con mis lectores, de eso no me canso. Cuando hice este post estaba más bien pensando en el esfuerzo que tengo que hacer para intentar atraer gente a una caseta de feria. Me siento mal enviando una y otra vez mensajes en facebook o poniendo post en mi blog, no quiero resultar pesada, pero por otra parte sé que si no lo hago yo, nadie lo hará por mí. Un abrazo
Ya lo sé, Carlos, la mayoría de los escritores lo hacen, pero ellos tienen apoyo, no tienen que autopublicitarse, eso de ir dándose bombo a una misma puede terminar afectando a cualquiera. Gracias por comentar, un saludo.
Vas a llegar lejos, te lo digo yo (y además lo deseo y lo espero). Enhorabuena y que sea leve la firma.
Gracias, Francisco, tienes más fe en mí que yo misma. Y la firma que no sea leve, que sea intensa, que pase mucha gente por la caseta, sería genial. De todas formas, si no es así, tampoco pasa nada. Será una experiencia nueva, que seguro disfrutaré. Un abrazo.
Disfrútala
Es que yo esas cosas las sufro más que las disfruto.
En cualquier caso si yo tengo más fe en tí que tú misma es porque no te has dado cuenta de lo que vales... bueno, mejor para tu vanidad. Déjanos los halagos a los demás, que así disfrutamos todos...
bss
Iba a opinar, pero Ramón lo ha dicho todo muy bien.
También iba a decir, que si las editoriales no hacen este trabajo, con el mundo digital en el que vivimos, tienen muy poco mérito. Pero bueno. Aparte del apoyo editorial, supongo que no estará de más el que el escritor aporte.
Entiendo lo que cuentas. Yo, con mi primer libro de relatos, me convertí en hombre anuncio.
Haces bien en firmar libros, en dar conferencias, pero creo que nuestro oficio es escribir y el resto es humo.
La mejor promoción es el boca a boca, ya lo sabes.
Un abrazo.
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