sábado, 20 de diciembre de 2008

Tengo que escribir su historia

Es casi la una, los niños se durmieron hace rato, mi marido se fue a la cena de empresa. Estoy sola, puedo escribir, inicio un relato. Lo tenía tan claro en la cabeza y hoy se me escapa de las manos, empieza así:

"Es casi tan alta como yo. Unos sesenta años, podrían ser más, podrían ser menos. La vida no la ha tratado demasiado bien. De la sonrisa sólo conserva dos dientes, uno arriba y otro abajo, me dice que se apaña bien con las muelas, y me enseña la boca que es como un pozo negro salpicado de piedras rotas. Los ojos, húmedos y brillantes, algún día fueron azules y bellos.
Pero lo que mejor recuerdo es su voz ronca pronunciando aquellas palabras que aún me sorprenden “a mí me gusta ser puta, es lo que he sido toda mi vida y no sé hacer otra cosa”. Miré sus pechos enormes, caídos. Reposaban sobre una barriga más que incipiente. Eran impresionantes, nunca los vi tan grandes. Imaginé que antes, cuando se situaban muchos centímetros más arriba y aquel cuerpo estaba menos maltrecho, debían haber sido un reclamo muy poderoso para los hombres que transitaran cerca de su esquina. Porque ella tenía una esquina que seguía manteniendo, poco importaba que ahora apenas pasase gente por allí, que aquella calle del centro estuviera tan abandonada como el centro mismo. Era su esquina, y que ninguna otra tratara de arrebatársela. “Más de una se ha ido marcada” me contó con orgullo.


Se trata sólo de una pieza de mi reportaje, un testimonio más, veinte segundos en escena. Entonces, ¿por qué no puedo olvidarla? ¿por qué tengo sus palabras incrustadas en mi memoria? Me dijo que aún ejercía, que tenía una parroquia fija, que ya no se fiaba de los nuevos clientes, pero que podía hacer excepciones. Al decir esto último me guiñó un ojo, juraría que se estaba insinuando."



Esta relato lleva mucho tiempo en mi cabeza, desde que vi a aquella prostituta proclamando su condición con orgullo, en el programa Callejeros. Ya hace meses de eso y no consigo olvidarla, tengo que escribir su historia. Os dejo, voy a seguir.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

No me sorprende que no seas capaz de olvidarla, teniendo en cuenta la cantidad de detalles que eres capaz de percibir en una persona.
Las personas sensibles, con un alma profunda, no olvidan con facilidad aquello que llamó su atención por un motivo u otro.
Admiro muchisimo tu forma de expresarte, de comunicar...
Estoy segura de que llegarás muy lejos

Un cálido abrazo

XoseAntón dijo...

No sabría aconsejarte, Felisa, carezco de experiencia y conocimiento. Supongo que este tipo de personajes dictan como quieren que los construyamos. Suelen ser caprichosos, autoritarios, y si no se les hace caso nos destruyen; pero van y vienen a su antojo y sólo nos queda estar ahí, para cuando ellos se quieran mostrar.

Buen fin de semana

Bikiños

Juan Manuel Rodríguez de Sousa dijo...

A mí eso me pasa a menudo, y te aseguro que cuando acabas de soltar el mochuelo, te quedas la mar de agustito.

A mí esos personajes me dan repelus, tienen su encanto, pero son muy siniestros, a veces ni te dejan dormir, otras te amargan otros relatos. Y cuando te dejan en paz, uno les echa de menos,
Son hijos problemáticos, jaja

Así que cuanto antes lo arregles, mejor,

Un beso,
Felisa

Paco dijo...

Buenos dias Felisa,

seguro que acabará siendo un relato maravilloso, enfocado como solo tu lo sabes hacer. Solo de leer lo que has escrito ya lo imagino.

Y no te preocupes que yo tengo así tres relatos.
No se si por pereza o por falta de ganas de añadirles un final que no conozco.

Anónimo dijo...

Yo carezco de conocimientos en esto de escribir, e incluso de leer.No sé si el argumento de una historia es o no el motivo de un buen relato. Solo sé que, cuando empiezo a leer,si la lectura me engancha y me introduzco en él, es porque me gusta. Y este comienzo tuyo ya me enganchó. Estoy deseando seguir leyendo.
Que pases un buen día.

Martikka dijo...

Recuerdo a esta mujer de Callejeros, por eso, cuando he empezado a leer he pensado en ella. Los personajes de ese programa son personas de carne y hueso pero a la vez tmabién son eso: personajes. Dan para mucho, o podrían hacerlo. A tí ya te picó el gusanillo de escribir su historia. A mi, de esta clase de personajes de la vida real, me gusta sacarles pequeños hilos de su historia. Luego los entrelazo con otros hilos y tejo algo diferente.
Un saludo y buen relato!

fonsilleda dijo...

Nada que ver con la puta sobre la que yo escribí un día.
Aprovéchalo, no la olvides, ya saldrá, cualquier día sin que te des cuenta...
La verdad es que esto me lleva a dejar una reflexión ya por todos bien sabida: "la realidad muchas veces supera, ampliamente, la ficcicón".

MarianGardi dijo...

Una tierna historia Felisa, yo tambien vi ese reportaje sobre la prostituciòn.
Hermosa historia si la enfocas bien, el principio ya lo has conseguido.
Un abrazo escritora

Anónimo dijo...

Hola, Felisa: soy Horacio. Gran comienzo. Perfecto. Estás en el punto donde surge el conflicto entre la puta y el narrador. Vamos, un esfuercito más y ya lo tenés.
Un beso

Felisa Moreno dijo...

Hola Brisa, en realidad sólo recuerdo sus enormes pechos caídos y las palabras que pronunció, lo demás es ficción, como ficción será el resto de la historia. Gracias por venir.

Gracias por pasarte XoseAntón,como bien dices estos personajes son demasiado fuertes. Mi primera novela nació de un relato, que a su vez nació de un personaje inspirado en una persona real.

HOla Juanma, tienes razón, es mejor sacarlos fuera, sino están ahí dentro, dando vueltas.

Gracias por tus palabras Paco, es cierto, a veces hay relatos que se te atrancan, ni los puedes olvidar ni acaban de convencerte. Pero este quiero rematarlo como sea.

Gracias Estela, y no seas tan humilde, que escribes muy bien.

HOla Martikka, como decía al principio, apenas recuerdo nada de esta mujer, todo lo demás es inventado, cuando hablo de contar su historia me refiero a la historia que a mí me sugiere. Gracias por tu comentario.

Estoy de acuerdo contigo Fonsi, la realidad es mucho más compleja, con la ficción sólo podemos tratar de acercarnos a ella.

Gracias Marian, creo que tengo el inicio y una ligera idea de por donde pueden ir las cosas, ahora tengo que conseguir reflejarlo con mis palabras.

Gracias Horacio, estoy en el punto donde puedo fastidiarlo todo, bueno, esperemos a ver lo que pasa.

Serio Y. Pérez dijo...

La historia de una prostituta decadente es, sin dudas, un tema apasionante. La imagen que describes me trajo a la memoria los dibujos grotescos de Da Vinci.