La primera vez que oyó la palabra crisis estaba dando el biberón a su bebé. Un locutor se desgañitaba avisando de los posibles efectos de la huelga de camioneros. Ella sonreía ajena a las alarmistas palabras, enredando sus dedos en la rubia pelusilla de Elsa. Pocos días después, una mujer la amenazaba con su cuchillo para arrebatarle la última botella de leche que quedaba en el supermercado. Elsa seguía llorando de hambre mientras su madre se desangraba en el suelo.
9 comentarios:
Intentaremos pensar en un mundo mejor. Un mundo sin hambre, sin cuchillos afilados... Imaginemos coherencia y armonía.
¿Será posible?
Lo importante es el poco tiempo que nos queda. El espacio expresado de la voz exagerada, hasta el robo de la leche, es minúsculo, no?
Eso si que me da miedo.
Perfecto. Enhorabuena por tu microrelato!
La crisis lleva al hambre, el hambre a la desesperación,la desesperación a la locura, y la locura a un mundo sin armonia y sin coherencia como apunta Celia.
estupendo escrito.
un saludo
Celia, a veces hay que poner las cosas en los extremos para que reflexionemos sobre lo afortunados que somos por haber nacido en un país rico. Gracias por tu comentario.
Gracias Seasirens por tu comentario, aunque reconozco que no lo acabo de entender. Que torpe soy.
Gracias Estela, has descrito perfectamente lo que yo quería decir con este micro.
Corto pero expresivo.
Mejor pensar como Celia, En un mundo donde el hambre no sea la causa de ningún tipo de violencia.
Me gustaría equivocarme, pero algo me dice que estamos más cerca de este relato que de un mundo en armonía.
Un abrazo
Creo sinceramente, que tu relato, siendo un posible testimonio de la vida real, da más miedo que cualquier monstruo que se escape de un armario...
Sí Paco, puede que tengas razón, en nuestra sociedad no lo vemos, o no queremos verlo, pero hay muchos países donde las necesidades son imperiosas y mandan. Gracias por tu comentario.
Bluesnight, estoy de acuerdo contigo, a fin de cuenta los monstruos no existen, pero dentro de cualquiera de nosotros puede habitar lo peor.
De todas formas yo soy una persona muy positiva y quiero pensar que todo puede ir a mejor. Los relatos o poemas que dejo por aquí, sólo pretenden ser un toque de atención.
Cada día que pasa adquieres más compromisos con los blogs que te interesan y, de pronto, te das cuenta de que has olvidado a alguien. Lo siento, discúlpame. Ahora mismo te enlazo (pensé que os tenía ya a todos), así siempre me anunciará lo que publiques.
Gracias por tu visita y, especialmente me ha encantado ese micro, éste, el último, en el que una simple y blanca botella de leche juega un papel tan primordial.
Dejo además, ya sabes, mis bicos.
P.D. intentaré ponerme al día con la lectura de tus textos.
No te preucupes, a mí me pasa igual, tengo poco tiempo, me gustaría estar en muchos sitios, sobre todo en los blogs de mis amigos. Yo también te agregaré a mi lista de favoritos, así estaré al tanto de tus publicaciones.
Un beso
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