viernes, 7 de noviembre de 2008

El premiado. DOROTEA FULDE BENKE

Hoy quiero presentaros a Dorotea Fulde Benke, una compañera del taller literario El Desván de la Memoria y ganadora del V Certamen de Narrativa Breve de Canal Literatura. Aquí os dejo una presentación escrita por ella misma y uno de sus relatos.


Hola, soy Dorotea. Nací en Munich pero llevo dos tercios de mi vida viviendo en España; en Andalucía, concretamente en Torremolinos. Mi interés por la lectura y escritura fue despertado a una edad bastante temprana por mi hermana, quien –un poco mayor que yo- leía mucho y escribía relatos y poemas, y yo seguí sus pasos en esos quehaceres igual que en tantos otros. Me di cuenta muy pronto de que era una manera de ‘decir’ cosas que cara a cara no me atrevía a defender y de ‘vivir’ aventuras que de otro modo no hubiesen cabido en mi adolescencia como benjamina de una familia cariñosa y protectora.

Cuando me decidí por la profesión de traductora e intérprete, al dedicarme durante muchas horas a textos de otras personas, perdí la libertad de inventar tramas y seleccionar desarrollos, pero descubrí un fascinante deporte literario: corregir y mejorar sentidos o estilos sin tergiversar. Durante muchos años las traducciones, sobre todo técnicas, ocuparon mi tiempo, pero de vez en cuando tuve ataques de producción íntima, inédita y no sé si bueno o mala… una novela de ciencia ficción que se escribió casi sola como una gripe que una vez iniciada no acaba antes de encontrar su propio final, y otra novela, más autobiográfica, que surgió del mismo modo. Aún viviendo en España, solía escribir en alemán hasta que el año pasado la suerte me acercó al taller literario del Desván de la Memoria, cuyo director, Ramón Alcaraz, supo darme la seguridad necesaria para escribir en español para luego traducirlo al alemán con la finalidad principal de no descuidar a mi hermana, fiel lectora de todos mis productos, sean largos, cortos, rimados, serios o humorísticos.

A mi modo de ver, cada escrito cumple una función: es un acto creativo y enriquecedor; mejora la autodisciplina porque la corrección siempre es necesaria; lleva una chispa de mi fantasía, algo de mi concepto del mundo y representa un esfuerzo constante por mejorar en expresión. Si logra llegar a otras personas, y estas me responden comentando sus reacciones, mi satisfacción es completa.
He participado en varios talleres del Desván de la Memoria, donde la disposición creativa que surge entre todos, bajo la batuta de Ramón, logra una y otra vez armonizarnos y estimularnos para seguir nuestros caminos de aprendices de mago de letras.
Aunque parezca mentira, además tengo otras aficiones: marido e hijo, sufridores acostumbrados a mis frecuentes descuidos de olla y fregona porque otros pucheros se están cociendo en mi cabeza; mi pintura en estilo naif; modelar con arcilla, sin arte pero con cierta gracia; hacer fotos de casas derruidas; mi ordenador, porque trasnocha conmigo y no me recuerda tareas pendientes; y un círculo de amistades que, desde que me abrieron la puerta del Desván, sigue aumentando sin parar.


TÍTULO: El premiado



Ha llegado el gran momento. La Concejala de Cultura pronuncia el nombre del ganador del concurso de relatos: “Primer Premio por votación de los lectores, ‘Delirio’ de Horacio Casado De Pena”. Algunos de los reunidos se sonríen y asienten con la cabeza dando el visto bueno a los apellidos del artista, cuando ante la sorpresa general, se incorpora una rubia imponente vestida de rojo que avanza entre aplausos hacia el estrado. La esbeltez de su silueta está rematada por unas piernas interminables; con palpable soltura se contonea sobre tacones de infarto. Todos –y todas– observan fascinados a esa divina aparición. Pensamientos inconfesables bailan como motas de polvo en la luz de los focos, se enredan en sus bucles dorados, en sus pestañas hábilmente maquilladas. El alcalde se alisa la chaqueta, mete barriga, y espera de pie, sonriente y con la mano extendida… Pero antes de subir la escalinata, la hermosa joven gira a un lado y desaparece bajo el arco de medio punto que lleva a la salida. El público, desorientado, vuelve sus miradas hacia la mesa presidencial; se oye alguna que otra carcajada desaprensiva. El alcalde, dando por concluida la entrega de premios, invita a los presentes a que pasen al bufet. Nadie se fija en un anciano que, apoyado en su bastón, camina por el pasillo lateral en dirección al estrado. Todavía no ha llegado cuando le cierra el paso la marea de los asistentes que, tras una larga ceremonia con discursos y velada musical, se lanzan en busca de sustento y refrescos. Una señora de mediana edad le agarra del brazo. —Por aquí no es, abuelo —le dice con un bienintencionado exceso de confianza. El escritor, sobre cuya espalda pesan muchos años y vivencias, se encoge de hombros, da media vuelta y sigue a sus admiradores hasta el comedor, donde pide un vaso de vino.

http://doroteafuldebenke.blogspot.com/

3 comentarios:

Juan Manuel Rodríguez de Sousa dijo...

Vaya!!!

Aquí está el Premiado!! ya sabes Dorotea que me hizo gustillo este relato, es tan gracioso, osú, qué recuerdos allí en murcia,

Ya han pasado casi cinco meses!!

Felisa, has tenido una invitada de honoR!!

Felisa Moreno dijo...

Desde luego que sí, es todo un lujo tener a Dorotea en mi página. Quiero que paseis por aquí toda la gente del Desván, así que el próximo puedes ser tú ¿te animas?

Juan Manuel Rodríguez de Sousa dijo...

¡Qué me salen coloretes!!
jajaja,

A ver si mando algo en condiciones, me tiembla el pulso,

Besos,