viernes, 14 de noviembre de 2008

Máquinas automáticas


Las máquinas está ahí para facilitarnos la vida o no. A mí me la complican, más bien. Yo soy un poco torpe y despistada, por eso me gusta el contacto humano, tener a alguien a quien poder preguntar una y otra vez si es necesario. El otro día llegué a Hacienda y busqué con la vista al funcionario que daba los números para las distintas mesas, pero no estaba. En su lugar, más o menos a la misma altura había una cosa cuadrada, más alta que yo, gris y amenazadora con multitud de botones. La miré de soslayo, volví a buscar a alguien que me indicara, pero al final comprendí que tendría que utilizar aquella máquina. Como no quiero parecer torpe, pulsé con premura el primer botón que ponía Certificados, obtuve un papel con un número: el 17; trato de localizar la mesa diecisiete pero no la veo por ningún sitio, un poco angustiada me siento en la sala de espera, hasta que pronuncian mi número y la mesa a la que tengo que dirigirme. Una vez allí un amable funcionario, que me mira con cierta suficiencia, me indica que tengo que pulsar otro botón: Certificados FNT. Vuelvo a obtener otro papelito, más confiada espero a que me llamen. Ya con mi contrato firmado para poder descargarme el certificado digital, me voy hacia el parking y me dirijo hacia la máquina de pago, meto la tarjeta, por una vez no me equivoco, introduzco las monedas y espero. Pero no sale nada. Espero unos segundos más. Alguien me toca por detrás. "Faltan cincuenta céntimos", me dice una amable chica. Introduzco el dinero que falta un poco avergonzada y salgo disparada hacia el coche sin mirar hacia atrás. Las máquinas no se me dan nada bien.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues... hay que ir habituándose a las máquinas ya no solo son el futuro.

Saludos.

Paco dijo...

En este caso, saber que estás en la oficina de hacienda, no hace mejores a las máquinas.

Celia Álvarez Fresno dijo...

Yo con las máquinas, me llevo fatal. Pero la vida moderna nos invita a su manejo. ¡que le vamos a hacer!

Ave Mundi Luminar dijo...

Yo que en cierta forma mantengo un estrecho "vínculo" con las máquinas, optaría por darle un giro al asunto. Si hay una máquina con la que te llevas mal es porque la máquina no fue bien creada...

Quizá por un afán de optimizar costes, o puede que por descuido del humano que la creó...

Mirando el lado "romanticoide" del mundo de las máquinas (doy fe de que lo tienen), yo prefiero pensar que cuando una máquina no te entiende es porque su creado no tuvo o no pudo poner en práctica la empatía necesaria para hacerlo...

Ea, ahí va mi dosis de metafísica tecnológica de tasca.

Saludos.

Felisa Moreno dijo...

Gracias neuro... Ya hago lo que puedo, pero es que soy de pueblo (como el chorizo) y las cosas de la ciudad me estresan un poco.

Sí, Paco, en hacienda me pasa como con los médicos, dejo de ser una persona adulta, formada y medianamente inteligente, para convertirme en una usuaria desconcertada.

Celia, tú eres de las mías, pero que remedio nos queda.

Ave, no creo que fuera problema del creador de las máquinas, asumo mi culpa, soy despistada hasta límites insospechados. Un día, en un hospital con la cafetería cerrada, estuve un buen rato buscando el orificio de una máquina por donde debía salir el sanwich y no lo veía. Imagina hasta donde llega mi ineptitud. Gracias por tu comentario.

Alonso de Molina dijo...

yo creo que las máquinas hacen su trabajo mejor y con menos suficiencia que los funcionarios que muchas veces no funcionan, no están en su puesto, están reunidos o simplemente se rascan la parte baja de la oreja... en fin que es lo que tenemos.

te mando un saludo

M.A dijo...

Oiga, oiga, mi querido Alonso,de eso nada. Funcionarios los hay de muchos tipos y clases, como en botica, jajajaja (broma, pero verdad).
No sé si escribir aquí un chiste de funcionarios muy bueno (no sea que Felisa me de una patada en el trasero por usar su blog para los chistes, jaajajj)
Oye, Felisa, mira el lado positivo de las máquinas;te han inspirado un buen relato.
Besotes

Anónimo dijo...

Estimada ciudadana española veo que eres muy maja y salerosa y muy inteligente, percibo para nosotros los mexicanos las mujeres inteligentes las consideramos un insulto a nuestro ego, ya que somos muy Machos Jolines...

Sin embargo ya que se te ha ocurrido saltar al ruedo y tomar al toro por los cuernos te deseo un éxito brillante en el espacio que hagas con tu trabajo ¿y sabes? No te dejes de nadie es un consejo...útil e importante.
Tu amigo que así lo espero cantinflas45

Teresa Cameselle dijo...

Yo no opino, porque me suelo llevar bastante bien con las máquinas, mejor que con los funcionarios, jaja.
Oye, Mercedes, yo quiero ese chiste¡¡¡

M.A dijo...

Chiste de funcionario (es muy malo ¿eh?)
Mujer en comisaría
(Mujer)-Buenas, vengo a denunciar que me han violado.
(Agente)-Digame. ¿Cómo era el violador?
(Mujer)-Pues,de su aspecto físico no me acuerdo, pero sé que era funcionario.
(Agente)-¿Y, usted cómo lo sabe?
(Mujer)-Pues, muy fácil, porque lo he tenido que hacer yo todo.