miércoles, 14 de septiembre de 2011

Relleno de carnaval

Sí, ya sé que lo que se aproxima es la Feria (de Alcaudete del 15 al 19, estáis invitados), no el Carnaval, pero me apetecía poner este poema de mi autoría. Si has leído mi novela La asesina de los ojos bondadosos, ya sabrás de mi aficción por este plato.


Título: Relleno de carnaval


Amasa la masa con el azafrán
de tus ojos, morena.
Dieciocho huevos,
dos cabezas de ajos,
perejil, pechuga,
panceta y jamón.
No olvides, mi vida, la nuez moscada,
el corazón salado, ya lo pongo yo.



Y os dejo también la receta, por si alguien se anima:
 
(Receta de Matilde La Torre Baltanás, publicada en La cocina de Alcaudete: http://lacocinadealcaudete.blogspot.com/2006/01/relleno-de-carnaval.html )

Ingredientes:

Diez y ocho huevos.Una lengua de cerdo y un corazón de cerdo, (salados 1 semana).Medio kilo de jamón.Medio kilo de panceta.Medio kilo de lomo.1 pechuga de gallina.Un pan grande y secoAliños: 2 cabezas de ajos, nuez moscada, sal, azafran en hebra y perejil.

Modo de hacerlo:

Se pica todo a mano, (en la picadora no sale bien).Modo de hacerlo:Añadimos el aliño removiéndolo a fondo, dejándolo en reposo durante 48 horas.En tripas de plástico, (porque si son de cerdo se rajan), se introduce la masa y se cosen dejándolas un poco flojas. Debe quedar la tripa plana para que no se rompa y a continuación las pinchamos con una aguja y las ponemos en el agua de cocer tibia. En este agua se pone el caparazón de la pechuga y huesos de jamón para que la tripa tome buen sabor. Deberá cocer dos horas y después de enfriarse las tripas ya está listo el Relleno de Carnaval para comer.
 

5 comentarios:

Paseo por las nubes dijo...

Hola, Felisa:
Quería haberte comentado el post anterior, pero no me dio tiempo.
Aprovechando esta rica receta que nos dejas, incluyo aquí mi comentario, por si le sirve a alguien, también como receta. Yo nunca voy a ganar un concurso de gastronomía, pero a mi familia les encantan mis platos, je, je.

Te dejo el “tocho” que había preparado (mil perdones por la extensión).
Un abrazo de postre.

“Perder”

Yo creo que el concepto de “perder” (ya sea en un concurso o en cualquier aspecto de la vida) es muy relativo. Porque, a mi modo de ver, si hay algo que perder (tanto en la vida, en los concursos, en las relaciones humanas…) imagino que dependerá de nuestras expectativas. Con relación a esto, y siempre desde mi opinión, sólo podríamos perder aquello que antes era nuestro, y en este sentido no parece que se pueda perder nada.
En realidad, la ganancia suprema del escritor, creo que debería estar en la producción de escritos; quiero decir en mantenerse motivado y en que las historias fluyan. A perder un concurso no creo que se aprenda, porque esto va más con nuestra actitud y con lo que he comentado antes sobre lo que valoramos como pérdida o ganancia en la escritura. Si nos tuvieran que enseñar a perder, también, creo, deberían enseñarnos a ganar. Y, en realidad, tendríamos que preguntarnos primero: ¿qué entiendo yo por perder o ganar en el mundo de la escritura? Se gana cuando has concluido una historia, cuando estás satisfecho con tu trabajo, cuando disfrutas con lo que haces, cuando a la gente le gustas. Se gana de muchas formas. Y, sobre todo, lo que se gana o se pierde nunca puede depender de los demás, porque si escapa a nuestro control, estamos dejando que otros nos digan lo que tiene un valor para nosotros y lo que no lo tiene. Un escrito, que tú consideres bueno, que estés satisfecha con él, no puede convertirse en una frustración porque no haya sido elegido como ganador o como finalista en un concurso; tampoco se puede hablar de un buen escritor o una buena escritora por haberlo ganado. Por poner un ejemplo, hay mucha gente válida y preparada que está en paro, mientras que hay otra gente menos válida y menos preparada que ocupa buenos puestos en el mercado laboral. ¿Tendríamos que pensar que si alguien no tiene trabajo es porque no vale? Yo creo que no. Tampoco esa persona debería decir que es una perdedora, porque si pensara eso no seguiría buscando trabajo.

Yo siempre digo que en cualquier aspecto de la vida, mi parte, la que depende de mí, la que yo controlo, la voy a cuidar, a mimar y a trabajar todo lo que pueda. Ahora bien, la otra parte, la que escapa a mi control (tanto en una oposición, un concurso, un trabajo…), ésa no me preocupa, porque está rodeada de factores que, en un momento, me pueden favorecer (incluso sin merecerlo) o me pueden perjudicar (también sin merecerlo). ¿Dónde estaría entonces el madero que te mantiene a flote cuando sales a navegar? Pues yo creo que debemos llevarlo con nosotros. Si en el viaje nos suben en un Transatlántico, mira tú que bien. Pero si nos hunden la barquilla, que sepan que no nos vamos a ahogar.
Oye, perdona por el tocho.
Un abrazo, Felisa, y ya sabes, con todo lo que escribes, tú siempre ganas.

MARIA FDEZ. dijo...

Hola Paseo por la nubes y por el al..(uiis, no lo leo bien) y hola Felisa:

sigo a Felisa hace algún tiempo y también creo que está demasiado enfocada en la pérdida o la ganancia y lo mismo eso influye para que no ponga todo el corazón en el asador (lo digo en sentido figurado, eh?) Me parece acertadísima tu reflexión, paseo, y creo que a más de uno le va a producir cierto alivio leerte, de verdad. Es sincera y muy sabia, y de trocho nada. Yo no creo que en un taller de escritura me tengan que enseñar a perder, eso pertenece a otro ámbito, no sé, como más íntimo y personal. Pero sí creo que los talleres podrían enseñar algo sobre el compañerismo entre los escritores que empiezan, a respetarse y apoyarse, por ejemplo, y a ser menos "setas" los unos con los otros. Esa sería una asignatura pendiente, me parece a mí. Y que si me unden la barquilla, la vuelvo a reflotar.
Muchas gracias por esta generosa aportación, paseo, tú sí que sabes.

Un abrazo para las dos y a seguir, Felisa.

Paseo por las nubes dijo...

Hola, María:
Las gracias te las doy yo a ti por tus palabras para conmigo y para con la compañera Felisa.
Es cierto que, en general (porque no siempre es así) los escritores noveles mantengamos dos tipos de sentimientos distintos ante el triunfo de los compañeros. Por un lado, nos alegra que ganen concursos, que premien sus escritos; cómo no nos vamos a alegrar. Sin embargo, por otro, también es normal que exista una especie de "rivalidad". Pero esto no es malo. Grandes amigos se enfrentan por ejemplo en un partido de tenis y ahí son rivales. Ya sé que en la escritura no se pierde nada si el compañero gana, pero sí que te puede quedar un regustillo amargo. Pero no más que aquel que se siente cuando acudes, por ejemplo a unas oposiciones y tu amiga aprueba y tú no. En realidad no es que te dé coraje que haya aprobado ella, lo que te da coraje es el no haber aprobado tú.
Yo creo que la escritura, el querer ser escritor (que es un oficio, aunque la mayoría de la gente no lo crea así)es una carrera de fondo. Y hay gente que está muy preparada para correr, pero no para resistir. Hemos de tener muy claro que, por ejemplo, en el mundo del fútbol (que no me gusta nada, pero que me viene bien el ejemplo)hay muchos jugadores en general; también muchos jugadores buenos. Y, por otro lado, están las figuras del fútbol, que son una minoría de élite. Si alguno de nosotros como escritores ya hemos ganado concursos, hemos publicado escritos, nos mantenemos ahí, podemos considerarnos "jugadores"; incluso jugadores buenos (¿quién puede decirnos lo contrario?). Otra cosa es que nuestra meta esté en convertirnos en jugadores de élite, de esos que saltan a la fama, ganan mucha pasta y forman parte de la plantilla de los grandes equipos. Esto sí que nos puede frenar. Quiero decir que si nuestro objetivo está en esto, me parece muy acertado (todos queremos mejorar y saltar a la fama), pero hay que tener muy claro que el serlo, el ser un jugador de élite, va a depender de muchos factores externos que escapan a nuestro control. Por eso, si de verdad nos gusta jugar al fútbol (no sé porqué puse este ejemplo...), lo que debemos hacer es centrarnos en ello, disfrutar con ello, seguir entrenando y no perder de vista nuestro sueño. Decía Unamuno que la única manera de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura.
La amiga Felisa puede decir con todo el peso que supone la afirmación, que es una escritora y el no ganar algún concurso no le va a sustraer ese galardón. Igual que un Licenciado en Psicología no pierde su título por suspender unas pruebas de oposición; simplemente habría otros que hicieron mejor el examen o tenían más puntos en la fase de Concurso (por poner otro ejemplo).
Lo importante creo yo en este mundillo es no rendirse ni dejar de escribir. Y dejo aquí una frase que tengo enmarcada y visible en mi habitación, y que dice:
"Nadie le dijo que era imposible y lo consiguió".

Un abrazo para ti, y otra vez mil perdones para Felisa, por ocupar su espacio con mis reflexiones y ejemplos.
¡Ánimo! Y a no rendirse NUNCA, que aquello que se consigue a fuerza de trabajo, luego nos deja el sabor más dulce.

Felisa Moreno dijo...

Gracias, Mercedes por tu amplio comentario, como verás me ha gustado tanto que le he dedicado una entrada, la preparé el ayer, pensé que la había publicado y estaba en borrador.

Gracias a ti, también, Mari Carmen, sobre todo por seguir mi blog, me alegra saber que hay alguien al otro lado.
En cuanto a enfocarme a la pérdida o la ganancia, eso es imposible, cuando escribo jamás pienso en eso, escribo lo que me apetece, si fuera de otra forma no podría. Otra cosa es que luego, una vez escrito, intente publicar lo que escribo, bien a través de presentarme a concursos, bien dirigiéndome a editoriales. Quiero ser escritora profesional, vivir del cuento, en el buen sentido de la palabra, no sé si llegaré a lograrlo, si estaré en la élite o nunca pasaré de ser un figurante, pero me lo estoy pasando genial por el camino, sobre todo cuando tengo encuentros con mis lectores. Un abrazo para las dos.

Unknown dijo...

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