jueves, 9 de julio de 2009

No digas que fue un sueño: Fiestas Calatravas en Alcaudete


Flota un aire raro en el ambiente, una sensación extraña se apodera de mis sentidos nada más despertar. No hago mucho caso, el día se presenta largo y complicado. Tengo que recoger la casa, hacer la colada, ir de compras... menudas vacaciones. Levanto a los niños y descubro un brillo inquietante en sus ojos. Hay algo en su forma de hablarme que me deja sorprendida, los dos me tratan de usted y me llaman madre, en vez de su habitual “mami” que repiten cientos de veces al día.

No les hago mucho caso, les gusta bromear, supongo que se han puesto de acuerdo para quedarse conmigo, aunque parecen serios. Por fin consigo que desayunen y se vistan, vamos a salir a la calle. Los coches circulan despacio y el habitual ruido de sus motores suena a cascos de caballo. Sí, los miro alucinada desde el paso de peatones, incluso oigo algún relincho. Empiezo a dudar de mis sentidos, quizás todo sea un sueño, quizás aún esté durmiendo plácidamente en mi cama. Miro a mis hijos con sorpresa. Sus ropas han cambiado, ya no visten las camisetas y vaqueros que llevaban al salir de casa. Irene lleva un vestido azul celeste que casi le arrastra y Juanma una túnica amarilla y marrón. A punto estoy de gritar cuando descubro que yo también estoy disfrazada, ¿disfrazada ¿,¿de qué?

Decidida a pensar que todo es un sueño me dirijo al supermercado, y cual es mi sorpresa cuando, en vez de encontrar un edificio repleto de estanterías y atendido por cajeras con uniforme; hallo una serie de puestos multicolor, tras los cuales hombres y mujeres también disfrazados atienden con una sonrisa a los compradores. Jabones, dulces, juguetes de madera, abalorios… Tras de mí una música antigua recorre las calles, me vuelvo y encuentro una bailarina con el vientre desnudo que avanza entre las oscilaciones de sus rotundas caderas.

Envuelta en la magia del sueño me dirijo hacia el castillo que se alza en la cumbre. La bandera calatrava ondea en su torre, me cruzo con unos monjes que me saludan inclinando la cabeza. Puedo oír el siseo de sus túnicas y el susurro de sus palabras en latín, conforme se alejan ladera abajo.

Ya estoy arriba, subo hasta la Torre del Homenaje, mis hijos me siguen en la carrera alocada que he emprendido, necesito comprobar algo, miro hacia abajo. En el palenque los caballeros luchan con coraje, el destello de sus espadas hiere mis ojos.

De repente comprendo, mi mente se abre, estamos en el segundo fin de semana de julio, hay una explicación lógica, como todos los años desde hace cuatro, celebramos las Fiestas Calatravas. Si queréis retroceder en el tiempo, venid a visitarnos, estáis invitados a la villa de Alcaudete los días, 10, 11 y 12 de julio.


Más información en http://www.alcaudete.es/; http://laamistaddealcaudete.blogspot.com/

9 comentarios:

Jorge Martin dijo...

és una pena no poder ir a estos festejos tan originalmente descritos..espero que lo paseís muy bien....nos leemos

Rocío González dijo...

Que buen viaje en el tiempo.
Divertíos en los festejos y ¡brindad por mí!

Mágicos saludos
Ro

J.E. Alamo dijo...

¡Qué afortunados sois! Y me gusta la foto. A ver si un año de estos o de aquellos...

TitoCarlos dijo...

uiiiii!
No puedo ir.
Pero apunto las fechas...

Un abrazo,

Ardilla Roja dijo...

Que bonito, Felisa. Poder despertarse sin tanto coche por las calles.

En el primer pueblo que viví aquí en Francia, tuve oportunidad de vivir el 750 aniversario del pueblo. Es una fiesta medieval que sólo se celebra cada 25 años. Mi familia era la única que no iba disfrazada de nada. Que rara me sentí, pero me lo pasé genial mirando.

Ya me gustaría poder ir a tus fiestas Calatravas.

Esperaré a estar jubilada para poder disfrutar de estas cosas. Siempre me pillan cuando no tengo vacaciones.

Espero que los temas de salud, vayan a mejor.

Un abrazo

Alma Mateos Taborda dijo...

Todo está expresado de una manera agradable y clara y aunque los medios no permitan disfrutar de estos festejos vale la pena conocerlos a través de este blog- Un abrazo.

SeaSirens dijo...

Que buen pinta Felisa!!
Me encantan estas fiestas en que todo se transforma, hasta la dichosa rutina.
Espero que lo hayáis pasado bien, aunque no permanezco en la duda.

Un beso muy grande escritora!!!

Sundance dijo...

Hola Felisa!
Te he dejado un mensaje en tu correo...
Por las fotos me recuerdan un poco a los mercaditos medievales que montan en mi pueblo...aunque lo vuestro es...a lo grande!!!
Espero que lo hayais pasado muy bien!

Besos.

Bruni, Carla, ¡¡of course!! dijo...

Qué bien lo has contado, eso le ha añadido más magia al asunto.
Yo vengo de un pueblo (a donde voy siempre que puedo) donde las fiestas patronales de Moros y Cristianos son la "creme" del pueblo, pero al contrario que a ti, yo no me levanto indiferente, el olor días antes y el engalanamiento de las calles te anuncian que algo va a pasar, y subimos al castillo y vemos una gran embajada... si el caso es que he venido por aqui porque VIllena anda cerca de Caudete, y pensé que lo de Alcaudete era una broma, hasta que leí-"Jaen"- jeje...

Besos medievales