martes, 4 de agosto de 2009

Vuelta al trabajo, taller de poesía y otras cosas...


Con las pilas recargadas, la piel un poco más morena y los ojos pegados de sueño, regreso al trabajo. Todo está en su sitio, la mesa, el ordenador, mis cajas de expedientes... todo tan desordenado como siempre, no soy una persona organizada, lo reconozco.


Estas vacaciones han sido agridulces, de arena y cal, días de sol y playa, de huerta y piscina pero también de preocupación por las personas queridas que aún sufren, a las que aún les queda mucho que padecer, ellas nunca se apartan de mi pensamiento.

El mes de julio ha dado para mucho, incluso en lo literario, asistí a una conferencia de Almudena Grandes, una escritora que he leído mucho y a la que admiro, me encantó su facilidad para comunicar y adaptarse al público, en este caso la mayoría eran jóvenes que asistían a Etnosur. Más de doscientas personas, muchas de ellas de pie (como era en mi caso) y sin embargo aguantamos hasta el final. Explicó como es para ella el proceso de creación de una novela, nos quedamos asombrados cuando nos dijo que escribía más de seis horas al día, cada día. En otro post contaré más cosas de esta conferencia, creo que puede interesar.


El sábado asistí al taller de poesía organizado por el Ayuntamiento de Alcaudete, como podeis apreciar en la imagen. Aunque pueda parecer que estábamos jugando al parchís, os puedo asegurar que fue un taller muy interesante, divertido y con cierta magia. A ello contribuyeron los dos profesores Jose María Gómez y David Eloy Rodríguez, que entre que tenían dos nombres cada uno y que se parecían un montón, en ningún momento llegué a saber quien era quien. Los dos pertencen a un colectivo de poetas denominado La palabra itinerante. También asistió Carmen Camacho, poeta alcaudetense de la que ya os he hablado en otras ocasiones.


Aprendimos a fabricar aerolitos y haikus, como muestra os dejo un botón, o mejor unos cuantos aerolitos "made in Felisa" (en ciencia se pueden definir como "cuerpo celeste de naturaleza pétrea que penetra en la atmósfera y es recuperado sobre la superficie terrestre" y que en literatura son poemas de una sola frase, que con fuerza suficiente para golpear nuestra alma).


- Los silencios incómodos son como chinchetas en el culo.

- No vendo mis sueños, los regalo.

- Subir hasta el cielo para no coger nada.

- La vida es una apuesta, yo no soy jugadora.

- Se me cayó la sonrisa, fui al dentista del corazón.

- No sueñes, es gratis.


1 comentario:

Juan Manuel Rodríguez de Sousa dijo...

Es curioso, porque al leer tus areolitos lo que más me han sugerido son personas, personajes de cuentos y de novelas. En una me figuraba a una chica, a otra una anciana, en la otra un ejecutivo... Lo normal hubiese sido que la poesía se metiera de por medio, pero no.
Interesante, creo que puede enriquecer muchísimo tus textos.

Un saludo,
Juanma