miércoles, 28 de octubre de 2009

Estoy viviendo en un paraiso inhabitado


Perdón, quise decir estoy leyendo Paraiso inhabitado de Ana Maria Matute pero me tiene tan atrapada que casi me he mudado al piso de esa familia burguesa, en los años previos a la guerra civil. Voy con Adriana, la niña protagonista de la historia, recorriendo los pasillos de la casa, redescubriendo la magia que envuelve la niñez como un manto invisible para los adultos.
Estoy disfrutando de la lectura, el libro es bueno, la letra grande y clara, las palabras que encierra son piedras preciosas, unidas en una perfecta armonía para fabricar una carísima joya literaria. Provoca un placer que acaricia el alma, a veces me detengo y leo algún pasaje en voz alta y me recreo en el ritmo, en la música que nace de unas frases elaboradas con maestría.
"Nací cuando mis padres ya no se querían" esta es la frase con la que se inicia el libro, desde mi punto de vista muy acertada, invita a seguir leyendo, a averiguar de dónde proviene esa falta de amor y cómo va a afectar a la vida de la protagonista.
Y ahora se me ocurre preguntar, ¿Cuál es tu frase perfecta, cómo iniciarías esa novela o relato que quieres escribir o que te gustaría que escribieran para ti? Yo voy a ir pensando alguna y luego la pongo por aquí. Ya sabía que el inicio de un texto era importante, pero ahora me he dado cuenta de la transcendencia que puede tener la primera frase. He visitado varias páginas en internet que comentan el libro y en la mayoría de ellas se reproducen las palabras iniciales, como una seña de identidad.
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Ya tenemos una frase:
"Dios me odia tanto como yo a Él" de J.E. Álamo, muy buena por cierto.
Y Natalí comparte el inicio de su próxima novela:"En la vida de un ser humano pasan cosas que él mismo, no puede presenciar, o cosas, en las cuales, aunque hubiera querido no le fue otorgado dar su opinión."
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Ramón Alcaraz del taller literario El desván de la memoria nos ha dejado este comentario, creo que merece la pena leerlo, gracias profe.
"Ya sabes cuánto insisto yo siempre en una buena frase inicial, sobre todo en los relatos, que por su brevedad necesitan el "enganche rápido" más que en la novela.
Un buen inicio ha de "obligar" al lector a plantearse una pregunta que necesita resolver; pero es mejor que sea de manera sutil, como ese ejemplo que has puesto: "Nací cuando mis padres ya no se querían". Esto forma parte de una característica fundamental en narrativa, que es “mostrar” (lo que debemos conseguir) en lugar de “explicar” (que es lo que debemos evitar). Lo importante es que la frase (no sólo la del inicio, cualquier frase), dejada de forma natural y sin que en apariencia destaque excesivamente, deposite un poso de incertidumbre en el lector. Es el lector quien ha de plantearse las preguntas, porque así buscará por propia iniciativa las respuestas y para ello continuará leyendo. Por eso es un error cuando se lo damos todo “hecho” al lector. Es un "fallo" de principiante, que en este caso escribiría algo así como:
“Mi mala suerte es que mi nacimiento vino en una mala época. Pese a que yo llegaba a este mundo, el amor de mis padres se había extinguido como el rescoldo de una llama sin leña. Yo lo sabría más tarde, aunque desde la cuna aquella sensación ya la percibía. ¿Por qué no se querían mis padres?, ¿para qué, entonces, me concibieron? ¿Qué terrible e insondable secreto se escondía en aquel hecho...”.
Curiosamente, los escritores que comienzan piensan que el valor de un escrito reside en frases extensas o elaboradas, complejas y con todo detalles; además de llamar la atención de manera ostentosa.Es al revés: el verdadero trabajo está en condensar y decir lo mismo de la forma más sencilla posible, con sutilidad, como un detonante que dispara en el lector todo tipo de detalles y especulaciones, pero que no recibe explícitamente. Esto no lo aplicamos siempre, claro, no se trata de convertir la literatura en un telegrama. Si describimos, lo podemos hacer con extensión y riqueza léxica; pero el matiz es otro, el matiz es lo que permite “meterse” al lector dentro de la narración y que el lector se olvide de la presencia de un narrador que se lo está contando. Si mostramos, el lector es el que se hará las preguntas, el que se intrigará y además sentirá la satisfacción de lograrlo por sí mismo. Si le explicamos, si le escribimos de manera textual las preguntas que él debería hacerse, pierde ese interés por el descubrimiento, se siente “fuera” del escrito e incluso le molesta la “evidencia” de un narrador que se lo da todo hecho."

13 comentarios:

Máximo Cano dijo...

Has hecho la pregunta del millón. La primera frase puede ser culpable de que te enganche o no la obra que estas empezando a leer.

De momento no se me ocurre nada bueno... pero Felisa ¿Cual sería tu frase de inicio?

El desván de la memoria dijo...

Ya sabes cuánto insisto yo siempre en una buena frase inicial, sobre todo en los relatos, que por su brevedad necesitan el "enganche rápido" más que en la novela.
Un buen inicio ha de "obligar" al lector a plantearse una pregunta que necesita resolver; pero es mejor que sea de manera sutil, como ese ejemplo que has puesto: "Nací cuando mis padres ya no se querían". Esto forma parte de una característica fundamental en narrativa, que es “mostrar” (lo que debemos conseguir) en lugar de “explicar” (que es lo que debemos evitar). Lo importante es que la frase (no sólo la del inicio, cualquier frase), dejada de forma natural y sin que en apariencia destaque excesivamente, deposite un poso de incertidumbre en el lector. Es el lector quien ha de plantearse las preguntas, porque así buscará por propia iniciativa las respuestas y para ello continuará leyendo. Por eso es un error cuando se lo damos todo “hecho” al lector. Es un "fallo" de principiante, que en este caso escribiría algo así como:
“Mi mala suerte es que mi nacimiento vino en una mala época. Pese a que yo llegaba a este mundo, el amor de mis padres se había extinguido como el rescoldo de una llama sin leña. Yo lo sabría más tarde, aunque desde la cuna aquella sensación ya la percibía. ¿Por qué no se querían mis padres?, ¿para qué, entonces, me concibieron? ¿Qué terrible e insondable secreto se escondía en aquel hecho...”.

Curiosamente, los escritores que comienzan piensan que el valor de un escrito reside en frases extensas o elaboradas, complejas y con todo detalles; además de llamar la atención de manera ostentosa.
Es al revés: el verdadero trabajo está en condensar y decir lo mismo de la forma más sencilla posible, con sutilidad, como un detonante que dispara en el lector todo tipo de detalles y especulaciones, pero que no recibe explícitamente. Esto no lo aplicamos siempre, claro, no se trata de convertir la literatura en un telegrama. Si describimos, lo podemos hacer con extensión y riqueza léxica; pero el matiz es otro, el matiz es lo que permite “meterse” al lector dentro de la narración y que el lector se olvide de la presencia de un narrador que se lo está contando. Si mostramos, el lector es el que se hará las preguntas, el que se intrigará y además sentirá la satisfacción de lograrlo por sí mismo. Si le explicamos, si le escribimos de manera textual las preguntas que él debería hacerse, pierde ese interés por el descubrimiento, se siente “fuera” del escrito e incluso le molesta la “evidencia” de un narrador que se lo da todo hecho.

Felisa, perdona que me haya extendido, pero tu entrada en el blog venía perfecta para tratar esta cuestión, que es fundamental cuando hablamos de buena narrativa.
Un abrazo,
Ramón

Felisa Moreno dijo...

Gracias Máximo por tu aportación, aún no he pensado mi frase, pero sigo en ello.

Gracias profe por tu aportación, como siempre una verdadera lección de escritura, me he permitido sacarla de este rincón y colocarla en la entrada.

J.E. Alamo dijo...

"Dios me odia tanto como yo a Él"
Esta se me courrió el otro día y va dando paso a un relato. Siempre he defendido el impacto de la primera frase, sobre todo en relatos, pero también en novelas. De hecho, cuando veo un libro que no conozco, suelo leer sus primeras frases para ver por dónde van los tiros.

tag dijo...

Muy interesante esta entrada, y el comentario de Ramon, que es como una lección magistral.

Me has intrigado y he empezado a abrir libros,(que me han gustado) para leer la primera frase. Y realmente, solo he encontrado un libro de Rosa Montero que cumple este requisito.
Seguiré fijandome en ese detalle.
Porque a partir de ahora, seguro que no se me olvida esta cuestión.

Un besito

Felisa Moreno dijo...

Gracias J.E., ya tenemos al primer valiente que se ha atrevido a dar una frase, me parece perfecta.

Tienes razón Tag, Ramón nos ha dado una clase estupenda, así como quien no quiere la cosa.

Besos

Natàlia Tàrraco dijo...

Felisa, Máximo, Desván, Tag, J.E...interesantímiso debate, muy aleccionador, me ha hecho pensar mucho. ¿Cómo empezar un relato? En mi caso una novela, que no es lo mismo, desde luego porque en plan corto siguen unas 150 páginas. Hay que atrapar pero sin trampas facilonas ni telegramas indescifrables ¿me equivoco? En definitiva, hay que encontrar esa frase, ese párrafo intrigante, insinuador, misterioso (?)
La magistral Matute es incomparable, imposible estar a su altura.
Pero...aquí os dejo el primer borrador del início del Quinto, "Bajo los auspícios del V" es el título primero de la novela, todo está en pañales:

"En la vida de un ser humano pasan cosas que él mismo, no puede presenciar, o cosas, en las cuales, aunque hubiera querido no le fue otorgado dar su opinión."

¿Y esta otra iniciación a mi novela "La paz de Troya"?:

"La isla de las mujeres:
Se rascó entre los omóplatos y de un manotazo, espantó la primera mosca de la temporada. El sol picaba de lleno mientras observaba con insistencia la caracola con la que jugaba a la música o a meterle un hilo para sacarlo por el otro agujero, según hizo el habilidoso Dédalo allá en la triangular Sikelia*."


Así, de momento, início al Quinto y "La paz". Soy atrevida, os las someto a examen...¿os estimulan a seguir????
Gracias de antemano a todos, todas, bsitos, natalí

tag dijo...

Natali,

A mi entender, tanto Felisa como Ramón se refieren a una frase corta.

La tuya de "La Paz de Troya" de corta no tiene nada.

Tal vez es que mi entender es muy profano....

Natàlia Tàrraco dijo...

Hooola Tag, lo mío de "Troya" no es relato corto, es novela, 200 pág. En el inicio intento eso de enganchar, sugerir, es el primer párrafo, tal vez no lo consiga. Mira lo que dice "El Desván":

"...una buena frase inicial, sobre todo en los relatos, que por su brevedad necesitan el "enganche rápido" más que en la novela" y sigue diciendo más abajo:
"Esto no lo aplicamos siempre, claro, no se trata de convertir la literatura en un telegrama. Si describimos, lo podemos hacer con extensión y riqueza léxica; pero el matiz es otro, el matiz es lo que permite “meterse” al lector dentro de la narración..."

Felisa y Ramón se refieren a frase corta, OK, pero yo, intento meterme en el debate, es decir ¿cómo empezar? en mi caso una novela. Quizás me he equivocado, y ese tema no entra dentro de la propuestas, disculpas.

¿Qué me dices del otro início, el del Quinto? también novela.

Saludos a todos y todas, natalí

Felisa Moreno dijo...

La idea de poner este post era que reflexionáramos sobre la importancia del inicio. No creo que tenga que ser una frase corta, pero lo cierto es que a Matute le ha funcionado y muy bien como reclamo.
Gracias Tag y Natalí por este interesante debate.

Natàlia Tàrraco dijo...

Gracias mil amable Felisa, me has echado una mano al vuelo. La verdad, tengo dudas, no sé si enfoco bien eso del princípio en NOVELA. Me pareció que este debate daba pie, no sé, nunca sé.
Gracias, amiga. natalí

tag dijo...

Oye Natali, no pretendía molestarte con mi comentario.

Para nada ¿eh?
Solo queria darte mi punto de vista, y para mi es una frase demasiado larga para lo que había comentado Felisa, o mejor dicho, para lo que yo habia entendido.

Prefiero la frase de Quinto, a mi me engancha más. Pero eso es muy subjetivo.

Y ¿como te atreves con dos novelas al mismo tiempo?
¿Son las primeras, o ya has escrito alguna?

Bueno, voy a trasladar el comentario este a tu blog, mejor, ?no?

Natàlia Tàrraco dijo...

Tag ¿cómo voy a molestarme cuando lo que pretendo es que opinéis?
!Por los verídicos dioses paganos!
Gracias te doy, Tag amable.
La verdad es que he he escrito várias novelas que circulan por ahí !dejémoslo!
Tú, amiga, has respuesto a mis preguntas con sinceridad manifiesta, no es poco !salve!
Felisa, J.E, Desván, Tag, amigas y amigos, en eso del escribir dudando estamos, y cual hermanos/as, decídme ¿dónde la cago en esas entradas a dos de mis novelas?

Gracias, Felisa, me has animado un ciento.
Bsos a todas y todos, natalí, simepre, desde la incertidumbre.