lunes, 5 de octubre de 2009

El negociador


Tiene mi hijo en los últimos tiempos una gran obsesión con los cromos de fútbol. Pasea su álbum del dormitorio al salón, pasando por el cuarto de baño, la cocina, el coche, el colegio, la casa de sus tíos... Su cabecita está llena de nombres de futbolistas y trata de ponerme a prueba en cada momento. A mí, qué no sé ni como se llama el portero del Real Madrid, ah sí, Casillas, ese chico tan guapo, le digo por fin cuando se pone muy pesado.

Aprovechando esta afición de mi tierno retoño, he decidido utilizar a los futbolistas como moneda de cambio, a ver si así consigo que coma decentemente, ya que ingerir alimentos no se encuentra entre sus deportes favoritos. Todos los días iniciamos la negociación cuando lo recojo en el colegio. Mamá, dice la seño que me he portado bien; la miro sin fiarme del todo y ella asiente con la cabeza, así que mi hijo continua, ¿qué vamos a comer hoy? Si la comida le parece aceptable empieza con su plan de acoso y derribo. ¿Y si me lo como todo me comprarás dos sobres de cromos? No sé, ya veremos. ¿Y si me lavo las manos sin que me lo digas? ¿Y si no me levanto de la mesa ninguna vez? ¿Y si te dejo que veas las noticias? No sé, ya veremos...Bueno sí, pero tienes que acabarte el plato entero. ¿Y si me dejo la mitad me comprarás un sobre?...

Él continua incansable, me sigue por las habitaciones de la casa sin parar de hablar y ofrecerme maravillosas contraprestaciones a cambio de un par de míseras bolsas de cromos. Y yo pienso, cuando a este niño le guste una chica, pobrecilla, tendrá que aceptar salir con él aunque sólo sea para dejar de oírlo.

8 comentarios:

KUBAN dijo...

Gracias por visitarme, fue para mí una grata sorpresa. En cuanto al tu pequeño y el futbol, creo que ahí tienes un buen recurso para que haga las cosas cada vez mejor, no sólo la comida. Un abrazo.

Ardilla Roja dijo...

No sabes el tesoro que tienes, Felisa.

Un niño que sabe negociar, no sólo es un beneficio para ti ahora que es pequeño, si no que promete ser un adulto satisfecho en todos los aspetos de la vida. ¡Qué bien!

Da gusto leer estas cosas tan temprano.

Un abrazo

Natàlia Tàrraco dijo...

Pillo y adorable negociador.
!Cuidado! Felisa, pronto te pide el uniforme y el balón, menudo és.
"Me como el melocotón y me das la camiseta del..."Lo veo venir, ja, ja, felicidades, goza este momento, bsito, natalí

milagros dijo...

Mira que son listos. Una buena manera de conseguir lo que uno quiere, si señor.

Unknown dijo...

Que buen negociador es el peque!
Lo veo como un buen comercial.
Un beso

JuanRa Diablo dijo...

Lo veía mientas lo contabas. Qué apasionados son los niños, ¿eh?

Tendrás que aprenderte una decena de nombres de futbolistas para comentarle. Probablemente se quede con la boca abierta al ver que su madre sí sabe de futbol (y entonces tu aprovecha para llenarla de alimentos, jeje)

tag dijo...

Yo creo que lo mejor es que te compres unos sobres de cromos para ti.
Si tienes la suerte de que los que te salen él no los tiene, puedes entrar tu tambien en la negociación.
No se. Ahora que lo he escrito no estoy muy segura de que sea efectivo, pero con probar....

De todas formas,aunque no sea muy buen comedor, a mi me parece un encanto de crio.

Un besito

Annick dijo...

Los niños con sus cromos de futbolistas y las niñas los de princesas ; pero igual de ¨pesados ¨, pero tan lindos que nos dejamos engatusar.

Besos desde Málaga.