miércoles, 8 de junio de 2011

Otro de abogados

El castillo de Alcaudete se asoma tras las chumberas.


Salvemos el planeta…, decía la gran pancarta. En principio, nada raro en estos tiempos en los que ya no se está bajo sospecha por ser ecologista. Un pájaro negro se había posado sobre uno de los palos que sujetaba el letrero. Mal agüero, pensó el chico pelirrojo que lo llevaba, sin dejar de proferir gritos por la causa. Tras él, un grupo de personas con los más diversos disfraces: romanos, árabes, judíos ortodoxos, hindúes, monjes budistas, … repetían las consignas a viva voz.

Meses después, cuando se conoció el fallo, aún se seguía hablando de aquel extraño caso de protesta. El obispado no los había demandado por las palabras que figuraban en el anverso del letrero: “… de la religión”, sino porque no hubo forma humana de convencerles para que abandonaran su sitio tras la Virgen de los Dolores, en la procesión del Viernes Santo.

1 comentario:

Annick dijo...

No me puedo imaginar , por ejemplo , un Sevilla con esta misma manifestación .jajaja

Besos desde Málaga.