miércoles, 14 de enero de 2009

En tus ojos descubrí la muerte



En tus ojos descubrí el misterio
de la vida, que ausente
me mira a través del espejo
de tu retina.

El dolor de tu pecho se impregnó
en mi alma y grité en silencio,
agarrada a las garras del águila negra
que sobrevolaba tu cama.

Tu cuerpo se agita, se rompe en olas
de respiración extinta.
Tus brazos se funden en el abrazo último
que no esperas.
La habitación se encoge, las palabras huyen.
Sólo el sonido ronco de tu garganta
permanece.

Nunca imaginé que la Muerte fuera tan cruel.
Y tan lenta.
Te observa desde la esquina, agazapada,
y espera.
Espera su momento.

Nosotras, impotentes juguetes
del destino, contemplamos inermes
su juego, tu lucha.
desarmadas asistimos atónitas
a tu derrota.
Y vertemos lágrimas negras
sobre tu cuerpo vacío.

Mientras, ella, la Diosa,
se marcha en silencio,
llevándote consigo.

15 comentarios:

Celia Álvarez Fresno dijo...

Muy bonito el poema.
La Muerte, es nuestra única realidad palpable. Y es lo que nunca esperamos...
Particularmente, pienso que la Vida comienza cuando todo parece que se acaba.
Un abrazo

Alijodos dijo...

La muerte es lo unico que iguala a ricos y pobres...Y la unica que se acuerda de todos...precioso y preciso este poema.

SeaSirens dijo...

En los ojos se pueden ver tantas cosas...Felisa, pero tienes razón, esa es una de ellas.
Ese dolor, es tan palpable, tan horroroso...
Pero quiero pensar, que después, no existe la Nada, que hay una sonrisa venidera.

Precioso poema. Gracias por tus ánimos y coments.

Besos!

Felisa Moreno dijo...

Gracias Celia, Alijodos y SeaSirens por vuestros comentarios. Para mí la poesía es una forma de expresar sentimientos. En este caso tenía que sacar fuera la muerte de un familiar que presencié, junto con su mujer y sus hijas. Una persona todavía joven, 50 años, que se resistía a abandonar la vida, que se agarraba con una fuerza irracional a la existencia, aquella que le estaba vedada, un cáncer se la arrebató. Es un homenaje a mi primo Paco, a quien quise como un hermano.
Me gustaría tener tu seguridad Celia y saber que algún día volveré a encontrarme con él.
Un abrazo

MarianGardi dijo...

Felisa un abrazo en tu dolor de ese primo hermano.
La muerte es triste, aunque uno mantenga esperanzas de vida mas alla de la muerte, la muerte es fea.

Rose Kavalah dijo...

La Muerte...

serpiente inerte que despierta y te arrastra, bajo el suelo, hasta ya no poder percibir ningún atisbo de lo que fue tu luz, que solo entonces, completamente a oscuras, eres capaz de apreciar...

porque la verdadera luz solo se ve cuando se está a oscuras, no de ningún otro modo.

Y dificil, dificil de asumir cómo mientras te engulle no huyes, te quedas inerte, lo cual me gustaría pensar que precede de que en realidad, muy en el fondo, cuando te sabes casi ciego...
cuando ya comienzas a vislumbrar atisbos de la verdadera luz, azul a mi parecer y no blanca,
sientes paz

y no quieres dejarla escapar...

fonsilleda dijo...

Incuestionable, está siempre ahí, en nuestras vidas, ella precisamente que es la no-vida.
Bello poema.
Bicos.

Ave Mundi Luminar dijo...

Estupendo poema...

De su mano llevado a uno de los dos exctremos de los que la vida se compone en su esencia...

Es duro, es una imagen que traza más allá de las imágenes.

Un perla negra.

Saludos.

Teresa Cameselle dijo...

Qué triste y qué auténtico, Felisa.
Resulta extraño que de un momento de tanto dolor surja este bello poema, pero así es la vida y la inspiración, supongo.
Un beso.

Edith Brel dijo...

Me ha gustado mucho el espacio que has creado. Sigue así, felicitaciones.

Saludos,
Edith Brel.

Felisa Moreno dijo...

Gracias a todos por vuestros comentarios y palabras de aliento, quizás es lo que buscaba cuando decidí publicar este poema, compartir mi dolor con gente amiga.
Un abrazo.

juan ballester dijo...

Qué recuerdos tan especiales me trae este poema, que lo leí antes de saber que lo habias escrito tú. En su momento te felicité y ahora vuelvo a hacerlo aun consciente del dolor y la tristeza que encierran esos versos.

Un saludo.

Ricardo Fernández Moyano dijo...

Me encanta este poema Felisa, es posible que en primavera salga mi próximo libro La Voz en la Memoria que escribí a la muerte de mi madre, ¡cómo no me voy a sentir identificado con este poema.

Saludos

XoseAntón dijo...

La muerte tiene la llave de todas las puertas; tiempo perdido cerrárselas. No es ella quien viene, sino la vida que se acaba.

Bikiños

Adán dijo...

Estremecedor poema Felisa.

Casi casi que podría resumir las cosas que ocurren en mi Diario... curioso.

Por cierto, me permito aprovechar la ocasión para invitarte a ti y a todos tus lectores a visitar mi Diario y dejar un comentario si lo desean.

Un saludo,
Adán.