Al atardecer, cuando el sol abrasa el horizonte, la niña camina despacio hasta la fuente. Con gesto cansado llena la vasija, en los labios se le ha muerto una canción de cuna, apenas tiene siete años. Sin resuello llega a la choza, vacía el contenido del recipiente en un tonel y espera unos minutos para recuperar el aliento y reemprender el inexorable camino.
Al atardecer, cuando el sol juega al escondite con los edificios, la niña abre la nevera, saca un zumo multivitamínico y conecta la video consola, olvida las tibias protestas de su madre recordándole que tiene que hacer los deberes y se dedica por completo a destruir marcianos.
Al atardecer, al atardecer… ¿Quién dijo que todos los atardeceres eran iguales?
7 comentarios:
La verdad es que quizá tengas razón con el diseño del blog. He probado a agrandar un poco la letra, espero que te sirva. Y respecto a lo de los diecisiete años, es verdad. Cumpliré dieciocho en junio.
Gracias =)
Desde luego, Felisa.
Visto así no hay un atardecer igual que otro.
Este es un micro que invita a reflexionar. Me ha gustado.
Gracias por tus palabras en mi blog.
Un beso
Felisa, nunca he creido que existan dos atardeceres iguales, tú a través de estas bellas palabras lo demuestras ¿qué es el tiempo? En el pasar de los siglos, una gota de agua en el océano...pero, !qué magnífica! y distinta a la otra recién caída, e igualmente única.
Bsitos desde el Quinto pino, duuulces atardeceres.
Pues si, no es lo mismo, desde luego.
Ver un atardacer a bordo de un yate, o en una tumbona en la playa, que por la ventana de la carcel, o con un burka puesto en Kabul.
Realmente, no se deben ver del mismo color.Seguro.
La gripe te hace reflexionar ¿eh?
Espero que te mejores pronto, pero que sigas reflexionando.
Un besito
Además del mensaje, que es rotundo, me gusta mucho cómo está escrito, destila poesía. Me encanta.
Me recordó un poco a mi relato de Atmósferas (no sé si lo leíste).
Un abrazo.
Me gustan los atardeceres, pero no los de los domingos, de hecho odio el domingo.
Una manera sutil, delicada y contundente para denunciar los mundos en que vivimos. Enhorabuena
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