... Y mi hija Irene pilló un berrinche de campeonato. No es justo, no es justo, repetía sin cesar. Yo quiero entrar a la biblioteca, ¿por qué no me dejan? En Alcaudete dejan a cualquiera entrar en la biblioteca.
Y yo tratando de explicarle que esa biblioteca era especial, que allí se guardaban libros muy importantes, patrimonio de todos los españoles y que había que protegerlos y cuidarlos. Nada, no había forma de calmarla, incluso lloró. En la foto se ve su carita triste, había puesto mucha ilusión en esa visita.
Reconozco que la culpa fue nuestra, por no mirar los horarios de visitas, aunque tengo que confesar que yo también me sentí un poco defraudada, estuvimos allí, tan cerca...
Para compensar el enfado, los llantos y las pataletas, que de todo hubo, nos fuimos al parque del Retiro, a darnos un paseito en barca y, como niña que es, pronto se le pasó el malhumor y empezó a disfrutar de nuevo.
9 comentarios:
Pobre Irene (por cierto, tu niña es una intelectual, mira que pillar un berrinche por no poder ver la Biblioteca Nacional...). Bueno, pues ya tenéis excusa para regresar a Madrid, que siempre es un placer.
Un abrazo.
Sí, los niños olvidan muy pronto sus enojos...:)
Deberiamos aprender con ellos...
Preciosa la foto navideña de tus niños.
Feliz 2011!
Saludos argentinos,
Sergio.
Habrá que volver a Madrid y ver esa biblioteca y de paso esos viejos libreros que montan sus puestos en la Cuesta de Moyano. Feliz año para ti y los tuyos, Felisa.
Bueno , la biblioteca no se va a mover de allí .
Asi es un buen pretexto para volver a Madrid .
Feliz Año 2011 y besos desde Málaga.
Hola Maribel, a ella le encantan los libros y yo le había hablado bien de la biblioteca, se unieron las dos cosas. Además, yo creo que se enfadó más porque no le parecía justo. En fin, habrá otra ocasión. Un beso.
Gracias SErgio, te deseeo un feliz año 2011, que se cumplan tus sueños. Un abrazo.
Gracias J.E., yo también te deseo un feliz año, literaria y personalmente hablando. Un abrazo.
Desde luego que no, Annick, seguro que pronto iremos de nuevo por allí, a ver cosas y a ver a los amigos. Un abrazo y feliz año.
Vaya, siento que os quedárais compuestos y sin visita, y más siento el berrinche de tu hija, que a buen seguro os hizo pasar un mal rato a tí y a ella.
Menos mal que estos cabreos son siempre pasajeros...
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