jueves, 12 de febrero de 2009

Un desahogo


Estoy indignada. Si hay algo que me saque de quicio son las injusticias, los atropellos a las personas. Lamento no poder dar detalles de mi indignación, no quiero llevar esta reflexión al ámbito personal, aunque es este caso me afecte personalmente.

Trabajo promocionando nuevas empresas. Desde todos los organismos oficiales, llámese Gobierno Central, Junta de Andalucía, Ayuntamientos se proclama a bombo y platillo que hay que facilitar la incorporación de la mujer al mercado laboral, que se ha de que trabajar en eliminar las barreras.


En todas las memorias y proyectos que elaboro debo utilizar el lenguaje no sexista, incluir ejes transversales que contemplen las medidas que se van a llevar a cabo para facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral. En todos los folletos publicitarios que promocionan el empleo y la inserción laboral, aparecen fotos de mujeres felices que acceden sin problemas al mercado de trabajo.

¿Por qué no acabo de creerme todo esto? ¿Por qué desde los organismos oficiales no se empieza a dar ejemplo? ¿Cómo pueden ciertos políticos, hombres, denegar peticiones de mujeres, madres trabajadoras; sin que ni siquiera se les altere una ceja? ¿Cómo pueden quedarse tan tranquilos? Si desde las administraciones no se dan los primeros pasos, ¿cómo podemos exigirles nada a las empresas privadas? Quizás más de uno debería leerse la Ley de Igualdad y empaparse de su espíritu, en ella hay un apartado dedicado a la conciliación entre vida laboral y familiar.

Como decía al principio, no quiero que este post se quede en un asunto personal, aunque lo es y lo era incluso antes de saber que ciertas decisiones me afectarían a mí también. Sé que parece que estoy hablando en clave, pero espero que alguien cuando lea esto, lo entienda en su totalidad. Estas palabras son para esa persona, que más de una vez me ha dicho que sigue mi blog.

De todas formas nadie conseguirá quitarme la ilusión por mi trabajo. Mi recompensa está en las empresas creadas, en las subvenciones conseguidas, en los empleos generados. Ya me apañaré con mis hijos, son mi problema. ¡Qué digo problema, son lo mejor que me ha pasado en mi vida!

Perdonad la perorata, necesitaba desahogarme.

12 comentarios:

francisco legaz dijo...

No soy "esa persona", pero estoy totalmente de acuerdo con tu texto. En españa aún no hemos superado esa barrera... Los hombres primero... después las mujers.
Un beso.
Francisco

Paco dijo...

Cuanta razón tiene tu reflexión amiga.

Desahogarse es sano y tu lo has hecho de una forma sensata y poniendo los puntos sobre las "ies". Las mujeres sois las más perjudicadas en el ámbito laboral. Las que teneis hijos todavía más.

No te cuento como he de conciliar mi vida personal con la laboral porque no te lo creerias.
Existe un modo de esclavismo moderno te lo aseguro...

Un abrazo

€_r_i_K dijo...

Por desgracia, tienes toda la razón...
No seré yo quién te la quite....

Abrazos con fuerza......

阿尔马 Nyma 阿尔马 dijo...

la Constitución española proclama el derecho a la igualdad y a la no discriminación por razón de sexo. Por su parte, el artículo 9.2 consagra la obligación de los poderes públicos de promover las condiciones para que la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas.

La igualdad entre mujeres y hombres es un principio jurídico universal reconocido en diversos textos internacionales sobre derechos humanos, entre los que destaca la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas en diciembre de 1979 y ratificada por España en 1983. En este mismo ámbito procede evocar los avances introducidos por conferencias mundiales monográficas, como la de Nairobi de 1985 y Beijing de 1995.

La igualdad es, asimismo, un principio fundamental en la Unión Europea. Desde la entrada en vigor del Tratado de Ámsterdam, el 1 de mayo de 1999, la igualdad entre mujeres y hombres y la eliminación de las desigualdades entre unas y otros son un objetivo que debe integrarse en todas las políticas y acciones de la Unión y de sus miembros.
(dicho esto, estoy comtigo)
un saludo!!

Lupe dijo...

Felisa: Comprendo tu indignación y me parece estupendo que este sea uno de los lugares que has elegido para desahogarte. Aunque acabo de llegar, me hace el efecto que los blogueros sois una gran familia.

Una cosa es lo que pone la Ley y, desgraciadamente, otra lo que se pone en práctica.
Antes, en y después del parto de la Ley de Igualdad, la mujer sigue siendo una perjudicada.
Pero también te digo que la vida de los hombres no es muy placentera que digamos. Tengo vecinos, que son parejas jóvenes, y veo que el vivir de cada día no lo tienen fácil. Ni ellos ni ellas. Y no te digo nada los niños. En el fondo, para mí, los más perjudicados.
Algo se nos está escapando de las manos.
Sigue luchando para que nadie te quite la ilusión...

Hoy, ración doble de abrazo.

Maat

Celia Álvarez Fresno dijo...

En mi experiencia laboral, he tenido que demostrar mil veces más mi valía, para llegar a donde llegaba un hombre en un plis-plas;
a verdad es que no me ido del todo mal, si comparo; pero con grandísimo esfuerzo.
Creo que la equiparación total hombre-mujer, está muy lejos aún.
Otra cosa distinta es el reparto de las tareas hogareñas, en donde hace tiempo, el hombre, no daba palo al gua. Hoy las cosas han cambiado.
Bueno... poco a poco. Todo lo que hemos venido arrastrando durante siglos, es dificil desarraigarlo en pocos años.
Un abrazo.

TitoCarlos dijo...

Son necesarias estas leyes, y es necesario cumplirlas. Pero, ¿No os dá pena?.
Recuerdo cuando en los autobuses de Madrid estaba prohibido escupir. ¿Era necesario prohibirlo? evidentemente, si; pero suena a lo que es: un problema de educación.
En los autobuses de Madrid ya no existe ese cartelito; ya no es necesario. ¿Llegará el día en que cualquier discriminación por razones de sexo, raza, religión o nivel social no exista? Si, si lo resolvemos desde las escuelas, y los padres dan ejemplo en casa.

Anónimo dijo...

La igualdad entre sexos, por desgracia, es una patraña. Y no quiero ponerme bestia, pero es cierto que cada vez mas mujeres no se quedan en la igualdad, si no que muchas abogan por una "superioridad" al hombre. A veces suena de bonito el ojo por ojo...

Que se juzgue a la gente por sus meritos leches, no por si tiene tetas o no.

pichiri dijo...

Este mundo está plagado de injusticias en todos los niveles y en todos los sectores. Las leyes se "contemplan" pero no se aplican, son como las decisiones del arbitro en un partido de futbol.Puede haber cien mil personas en el estadio contemplando su "error" pero su decisión prevalece aunque esto signifique robar un campeonato trascendente.Lo malo es que esos "errores" quedan impunes porque quienes tienen que sancionar comulgan con los mismos "intereses" del arbitro.
¿De que sirven las leyes si no se aplican? ¿Para que sirven los gobiernos que no gobiernan? Hay que darles en lo que mas les duele.Haciendo públicos sus desmanes con una critica corrosiva, sin lindezas y acusando con el dedo a los que han intervenido en la injusticia, aportando pruebas e implicando a los cargos superiores, si no toman medidas, como complices del complot. Lo grave es que sopesamos las represalias y nos acojonamos. Pero desde aquí digo, eximiendote de cualquier responsabilidad, que cualquier desesperado ante la cinica actitud de los que debian defender sus derechos y los cohartan, tenga que adoptar a veces una postura que se aparta de "las inutiles" palabras, para "hacer justicia" en defensa de su dignidad. Yo los comprendo y en casos puntualisimos los aplaudo.

jose dijo...

Pues ánimo y desahógate siempre que te apetezca. Esta claro que una cosa es la imagen que se pretende dar y otra es la realidad. En la Junta de Andalucía ocurre a muchos niveles.
Y es realmente penoso cuando ese tipo de dificultades las ponen organismos públicos.
Suerte y un abrazo

XoseAntón dijo...

A veces creo, Felisa, que los políticos son como los abogados del diablo; siempre metidos de lleno en el embrollo y no para desliarlo, al contrario: da la sensación de que viven de ellos en vez de vivir de solucionarlos.

Hombres y mujeres, mujeres y hombres, qué más da el orden, si lo que ambos necesitan es sentirse queridos y respetados. Unos y otros, cuando en sus mentes enfermas o malignas destrozan a quienes les rodean, no merecen llamarse hombres ni mujeres, sino salvajes enjendros; porque personas no lo son.

Quiérete, quiere a los tuyos y haz lo que puedas para ser feliz; es la única forma que yo entiendo de mostrar a los demás el camino. Evitar las bajezas ajenas, sus agresiones..., quienes nos hacen daño deben de quedar solos, sentirse solos; no merecen que nadie los quiera y respete.

Bikiños entrañables.

Anónimo dijo...

No me gustaría hacer especulaciones sobre ese problema personal, pero me lo puedo imaginar perfectamente...En cuanto a lo de la conciliación, igualdad, etc...ya salí bastante escarmentado de los EQUAL. Todas las políticas de desarrollo local ya sean comunitarias o de otro ámbito, relacionadas con estas temáticas han sido, en mi opinión, un fracaso. Estamos tratando un cancer con aspirinas, eso es lo que pasa. Es una enfermedad tan grave de la sociedad, que va a costar sudor y lágrimas, erradicarla. A lo mejor puedo parecer pesimista, pero aunque la publicidad institucional quiera vendernos una cosa, el día a dia de cientos de mujeres en temas como la violencia de género, la igualdad en el trabajo, el acoso laboral, etc nos demuestran lo contrario. Por supuesto, tienes todo mi apoyo, y pongo la mano en el fuego por ti como profesional, ya que además de los meritos que enumeras, de tutorizar empresas, conseguir subvenciones, etc, tienes otros como el compañerismo...tuve de ti, el apoyo inicial que cualquier persona querría en sus inicios en el mercado laboral, cuando no sabia nada.. solo aquello que te enseñan en la universidad. Así que pues añadir esto a tu lista de meritos, y por supuesto...que nadie te quite la ilusión. Ánimo. Manu