domingo, 1 de marzo de 2009

Inocencia


Desde el balcón de la casa donde entrega su cuerpo, su barrio parece otro, sólo se ven los tejados, rojos como la sangre, arañados por un sol inclemente, nada presagia la miseria que se esconde en sus calles.

Todos los días cruza el puente con la seguridad de que tendrá que regresar. Todos los días sueña con quedarse en la ciudad de los sueños. Recuerda que está desnuda, una brisa suave se pasea por sus piernas, erizando el vello ausente.

La voz ronca la saca de sus pensamientos. Él la reclama a su lado. Se mete bajo las sábanas, tratando de contener el asco. Concentrada en recitar sin palabras el poema infantil que su madre le enseñó no hace tanto. Siempre le pedía que lo declamara en voz alta cuando su padre regresaba borracho. La metía en la cama, la tapaba hasta la cabeza y cerraba la puerta del dormitorio. A veces los versos se acababan antes que los golpes, pero nunca dijo nada.

Unas manos ensucian su cuerpo de adolescente, lo recorren dejando una huella viscosa, se detienen en sus caderas imprecisas. Roban la inocencia de sus pechos, se introducen en el hueco de su vida, vaciando sus ganas de vivir. Los versos se le enredan en la conciencia.

Aún no ha cumplido quince años y hace dos que cruza ese puente cada día. Con andares de vieja regresa a su barrio, el hedor a basura la recibe, un perro colea a su lado, la acompaña hasta el portal y la mira con ojos brillantes. Es un cachorro que mendiga su pan. Mueve la cola, ansioso. Ella rebusca en el bolso, aún está allí el donut que cogió por la mañana. Se lo lanza y el perro corre alegre a buscarlo. Se queda un rato mirando como lo devora. Después se adentra en el infierno.

16 comentarios:

Ardilla Roja dijo...

Tremendo.

Que bien mezclas las palabras Felisa. Te felicito.

Feliz resto de domingo :)

€_r_i_K dijo...

Regreso al infierno.....
Y ante tanto infierno, quizás la huida....
Tanto ama su barrio....

Duro, excelente narración...


Salu2sssss.....

SeaSirens dijo...

Sin duda un micro desgarrador, en cuanto percibes la sensación de maltrato y abuso de menores.

Que triste vida, la ha llevado a cruzar ese puente cada día y esconderse bajo las sábanas, con el corazón cerrado. Pobre chiquilla.
Quien pudiera ayudarla a salir...

Felisa, una realidad, que has sabido transparentar.

Besos y feliz fin de domingo!!!

Celia Álvarez Fresno dijo...

Un relato duro. Muy bien narrado. Y demasiado real.
Una niña obligada a dejar de serlo desde su infancia.
Buena reflexión.
Un abrazo

tag dijo...

¿Inocencia? ó ¿Injusticia?.

Una infancia desdichada, duele en el alma este relato.

Desgraciadamente vive en un infierno real... para llorar

Felisa Moreno dijo...

Gracias por los comentarios, sé que es un relato duro, dudé antes de ponerlo en el blog, pero es una forma de denunciar lo que sigue pasando, incluso en un país civilizado como éste. Sólo es una ficción, casi siempre superada por la realidad.

Besos y buenas noches

Angel dijo...

Un saludo. Te sigo

Un saludo

pichiri dijo...

Magnifico relato, real y reiteradisimo que conmueve y nos deja una agobiante sensación de impotencia. Lo curioso es que lo que mas nos afecta es la sensación de miseria de todo lo que lo circunscribe a la victima; aquellas que saben valorarse y "triunfan" en esta actividad, llegando a calificarse de "alto standing" ya no nos conmueven a pesar de tener que soportar el mismo infierno. Si al describir su regreso hubieras comentado que en su bolso, ademas del donut llevaba un buen fajo de billetes y así cada día, las cosas se hubieran visto de otro modo y estoy seguro que no hubieramos sentido esa pena que desgarra el alma. Es como todo en la vida, la desgracia, el pecado y el asco, entre otras muchas cosas pierden su verdadero sentido cuando se rodean de lujo, bienestar material y ambición desmedida y eso ocurre en todos los niveles sociales, incluso se pueden citar matrimonios de convenencia. Claro que en estos casos,
ni siquiera entramos a valorar esas sensaciones de asco y desesperación que vemos tan patentes cuando la que las sufre es una pobre desgraciada. Siempre hay un camino para salir del infierno.

Paco Gómez Escribano dijo...

Vaya tela, Felisa. Qué bien describes implícitamente lo que ocurre a diario con esta gentuza que se xcitan con los niños. Enhorabuena.

阿尔马 Nyma 阿尔马 dijo...

Siento escalosfrios cuando se habla de estos monstruos perturbados sociales.
La infancia es una etapa mágica de la vida que debería preservarse de la perversión y la basura de los adultos.
(una vergüenza a erradicar )

JuanRa Diablo dijo...

Felicidades. Has dicho un mundo de cosas en cortos retazos. No hace falta más. El resto se imagina todo.

fonsilleda dijo...

Es quizá en estos pequeños relatos, en estos micros en los que todo está condensado y justo, dónde se ejercita y se encuentra lo peor y lo mejor de la vida y los sentimientos.
Tú lo haces espléndidamente.
Felicidades.

Nómada del Mundo dijo...

Delirante realidad, que nos golpea inncesariamente, que no debería de existir.

Precisas palabras.

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Relato conmovedor que llega al alma. Describe muy bien el infierno que tienen que pasar algunas niñas, que no merecen tener ese padre que por desgracia les ha tocado.
Muy buena narración
Un abrazo

milagros dijo...

No sé como he llegado hasta aquí, pero te aseguro que te visitaré a diario.
Me ha encantado tu relato.
Un saludo.

rotines dijo...

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